Las xanas, esos seres mágicos de nuestra mitología que dan nombre, entre otros lugares, al precioso desfiladero que une los concejos de Santo Adriano y Quirós, también habitan durante el invierno en aquellos lugares donde se las quiere bien y, a poder ser, en aldeas donde los vecinos siguen amando sus costumbres y tratando de mantener vivos sus pueblos, meritorio esfuerzo si se tiene en cuenta la despoblación que, tristemente, sufre buena parte de la zona rural asturiana. Tal vez por eso, mientras llega la primavera y vuelven a habitar las aguas del río Viescas y los recodos pétreos por los que pasa, ellas prefieren esconderse por los rincones de un pueblo que es para muchos amantes de la montaña, el senderismo y la naturaleza su destino: Pedroveya.
Este pueblo quirosano es un ejemplo perfecto de lo que entendemos por un lugar al que gusta volver una vez que se conoce, y aún más en este caso por la fama de buena comida casera que se oferta en un restaurante local que hace honor al nombre que lo identifica, Generosa, que se ubica en el centro de esta localidad, donde llaman la atención tanto los hórreos que allí se juntan como cuanto los adorna: cebollas, ajos, calabazas y numerosas plantas que ponen color y olor a estas construcciones nacidas para guardar los productos de la tierra. En sus subideras, cuando hace sol, suele verse algún perrín dormitando. Allí también está la pequeña capilla de Santa Rita de Casia, rehabilitada hace tiempo.
La iglesia de San Antonio, asomada a ese prado pindio por el que acceden finalmente al pueblo quienes recorren el desfiladero, se encuentra apenas a un kilómetro del centro del pueblo. El grueso tronco del tejo invita a sentarse junto a él y contemplar el paisaje que Asturias regala a los que se acercan a Pedroveya, cuya iglesia es punto de destino además de quienes hacen la ruta de las Reliquias a través del Camín Real del puertu Ventana, de dificultad media.
A Pedroveya se puede acceder de dos formas por carretera. Bien por la N-630 hasta Argame (Morcín) y desde allí coger la MO-5 hacia Peñerudes y Pedroveya, carretera señalizada a la derecha, y disfrutar de un viaje precioso, descubriendo, por ejemplo, el embalse de los Alfilorios y todos los pueblinos que hay hasta llegar a nuestro destino, donde el paisaje que nos rodea es un auténtico lujo, o bien subir por la AS-1, carreterina que sale del aparcamiento para hacer la ruta de las Xanas en Villanueva, en dirección a Tenebredo y Dosango.
