Las muertes por incendios y fugas de gases se han disparado en Asturias, con al menos diez muertes contabilizadas en 2016, la última el pasado 8 de diciembre, una mujer de 75 años en Navia. Seis de los fallecidos tenían más de 65 años, un porcentaje (el 60 por ciento), que se repite a nivel nacional, según explica Jesús Hernández, responsable de Prevención de la aseguradora Mapfre, entidad que ayer presentó en Madrid un informe sobre incendios urbanos correspondiente a 2015. "Los incendios se ceban en las personas mayores", aseguró Hernández. La entidad contabilizó dos fallecidos en incendios en Asturias en 2015 (en marzo y junio), frente a los seis de 2014, un año en el que se incrementó el número de muertes, pero no en la medida que en 2016.

Solo en diciembre y enero pasados, Mapfre ha contabilizado 161 incendios urbanos, 18 de ellos en locales, y más de 130 en viviendas. Cinco de las diez muertes registradas en Asturias se produjeron en noviembre y diciembre.

Por lo que respecta a la tipología de los siniestros, tras analizar los más de 15.000 incidentes domésticos registrados en España durante 2015, se concluye que la primera causa son los descuidos con los aparatos productores de calor, como braseros, estufas o calefactores (un 22 por ciento). La segunda causa de incendios o fugas de monóxido son los incidentes de tipo eléctrico (un doce por ciento). No muy lejos, en tercer lugar, están los incendios causados por el hábito de fumar (casi un 11 por ciento). Después, los incendios causados al cocinar.

Recientemente, el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) indicó que, en 2015, de los 572 incendios registrados en viviendas, un total de 103, el 18 por ciento, estuvieron relacionados con chimeneas.