A las tres y veinte de la tarde, el pesquero gallego "Gure Uxua" lanzó al aire su desgarrador grito de socorro. La primera llamada de la tripulación del barco que se hundía fue detectada en las dependencias del Centro de Salvamento Marítimo de Gijón a través de la antena de la estación costera de Navia. A partir de ese momento, comenzó una heroica operación, coordinada desde la ciudad asturiana, que salvó la vida de 12 marineros en un infierno de olas.

Apenas quince minutos pasaron desde que se recibió la llamada en la que los tripulantes informaban de que el pesquero se estaba hundiendo y se activó la radiobaliza de localización de siniestros. hasta que el helicóptero Helimer despegó de Gijón, rumbo a alta mar.

Cuarenta minutos más tarde, un tiempo récord teniendo en cuenta las inclemencias meteorológicas (vientos de más de cincuenta nudos -unos 100 kilómetros por hora- bruma a 300 pies, que dificultaba enormemente la visión y oleaje de hasta diez metros), los rescatadores se encontraron en el lugar del suceso. A aquel punto había llegado, cuatro minutos antes, el helicóptero gallego "Pesca 2" desde su base Viveiro. La peligrosa operación se extendió hasta, al menos, las cinco menos cuarto de la tarde. Los doce tripulantes del barco habían conseguido abandonar el pesquero y se encontraban a bordo de una de las lanchas salvavidas. El frío les arrastraba al borde de la muerte, afectados por una hipotermia severa.

"De no ser porque había luz diurna, la operación no habría podido llevarse a cabo", enfatizó Alejandro Busto, jefe de coordinación del Centro de Salvamento de Gijón. Y no dudó en tildar el rescate de "alto riesgo operativo".

"Cuando llegamos nos centramos en el rescate, en salvar las vidas humanas", aseveró. Aún se desconocen las causas del hundimiento aunque se descarta, debido a la gran distancia de la costa a la que se hallaba, que el barco pudiese haber encallado.