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El "megaexamen" de Historia de la PAU asusta más a alumnos que a profesores

Más de 20.000 años de materia con la ampliación del temario de la prueba de la Prehistoria a la democracia española

Juan Freije lleva 32 años como profesor de Historia. Enseña en el IES Alfonso II, en Oviedo, y ayer explicó a algunos de sus alumnos el nuevo sistema expansionista que afecta al temario de Historia en los próximos exámenes de la nueva PAU (la EBAU).

-Quedaron algo así como un poco consternados.

Quizá al final no sea para tanto. Dicen los profesores que "parece más materia de la que realmente es". Hasta la fecha, los extremos cronológicos del examen PAU eran la Guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz, es decir, principios del siglo XIX y el Gobierno de José María Aznar de 1996 o, lo que es lo mismo, últimos coletazos del XX. Hasta ahí llegaba el temario.

Pero a partir de este año viajaremos académicamente hasta la Prehistoria. Es una decisión tomada desde Asturias. Otras comunidades no se atrevieron.

El catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Cantabria, José Manuel Iglesias Gil, que ayer estuvo en Oviedo en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, se alegra de que el temario se agrande, pero reflexiona sobre si la decisión de Asturias no es demasiado precipitada.

"En Cantabria mantuvimos el criterio de que por este año la EBAU tenía que ser igual que la PAU, así que decidimos no hacer cambios". Los escolares cántabros se enfrentarán a una Selectividad con temas históricos de los siglos XIX y XX, una Historia contemporánea exclusivamente.

El examen de Historia de la EBAU del próximo mes de junio, según explica el profesor Juan Freije, sigue dando mucho más peso a lo contemporáneo (60%) sobre los primeros bloques, que van desde la Prehistoria hasta finales del siglo XVIII (40%).

El peso es distinto pero habrá preguntas de todos los bloques. Los coordinadores de la prueba en Asturias explican que se busca "privilegiar una visión global de la Historia, por encima de la centrada unicamente en los siglos XIX y XX".

Este año la prueba no va a incluir el formato texto largo para su explicación por parte del alumno. Se priman las preguntas, de varios tipos: abiertas, semiabiertas y cerradas. Hay quien dice que la nueva PAU se parecerá cada vez más a las pruebas PISA.

Seguirán existiendo las dos opciones para que el alumno elija, pero Freije recuerda que "en ambas opciones habrá preguntas de todos los bloques", para que nadie pueda monopolizar su estudio en una época concreta.

Hasta la fecha la mayoría de los alumnos lo tenían fácil. Un par de siglos en el temario, dos opciones con siete temas posibles, pero que se convertían de facto en cinco porque la norma no escrita decía que los temas de la PAU anterior no entraban.

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