"Jürgen", "Kurt" y "Leiv" son los nombres de las últimas borrascas que han dejado su huella en Asturias en forma de lluvias, vientos y fuerte oleaje. Pero, ¿quién los bautiza? La Universidad Libre de Berlín. A través de su proyecto "Apadrina un vórtice", cualquier persona del mundo puede poner su nombre a un sistema de altas o bajas presiones. Eso sí, pagando. El precio es de 199 euros para las borrascas y de 299 para los anticiclones. Son más caros los segundos porque "duran más tiempo".

El principal requisito para apadrinar un fenómeno meteorológico es que las borrascas deben tener nombre de hombre ("Leiv", por ejemplo) y los anticiclones de mujer en los años impares y de hombre, en los pares. En este 2017 los apodos son por tanto femeninos: "Christa", "Doris" y "Erika". Todos los nombres van por orden alfabético.

Este año empezó con la borrasca "Axel" y con el anticiclón "Angelika". Además de los que estuvieron o están en activo, como "Leiv", hay una lista de espera para bautizar fenómenos de más de 200 personas. La próxima borrasca ya se sabe que se llamará "Marcel" (por Marcel Ziefle) y el siguiente anticiclón, "Felicitas" (por la doctora Felicitas Overbeck). Quienes decidan participar en el proyecto recibirán un certificado de apadrinamiento, la historia de toda la borrasca o anticiclón y un mapa del tiempo en el que aparece representado el fenómeno.