Primero fue "Ande, ande, ande la marimonera" y después, "25 de diciembre, fun, fun, fun". Decenas de estudiantes protestaron ayer contra los cambios del calendario académico para el próximo curso cantando villancicos y agitando pancartas de "No nos roben la Navidad". Unos cambios que al final no serán tan polémicos: el Rectorado de la Universidad de Oviedo se ha comprometido a defender en el Consejo de Gobierno del lunes la petición de los alumnos de mantener en diciembre al menos dos días para hacer exámenes. Así se lo transmitió la vicerrectora de estudiantes, Elisa Miguélez, en una reunión previa a la concentración en la Facultad de Medicina. Por su parte, el rector, Santiago García Granda, anunció en Gijón que van a "escuchar a todos y ser flexibles". "Todo lo conseguido es gracias a que nos hemos movilizado. Es fundamental que sigamos tomando la palabra", expresaron los jóvenes.

La comisión de Ordenación Académica propuso el martes eliminar los exámenes de diciembre y retrasar el inicio de las clases en septiembre una semana. Los jóvenes no tardaron en responder convocando movilizaciones en contra de los cambios. Sobre todo, se oponían a suprimir las pruebas reservadas para antes de la Navidad. "No es sólo que perdamos las vacaciones, es que tenemos que preparar más exámenes en menos tiempo. Y eso repercute en las notas", se quejó en plena protesta la ovetense Bárbara Muñiz, de 22 años y estudiante de Medicina. Algo parecido manifestó Alberto Lorenzo, de 21 años: "Ya tenemos pocas Navidades con tres o cuatro exámenes, imagínate con seis o más". El joven calificó de "desastroso" el horario de clases en Medicina: "Hay días que entramos a las 9 de la mañana y no acabamos hasta las 7 de la tarde, sin ni siquiera tener una hora para comer". "No somos máquinas", agregó César Muñiz, de 19 años.

Horas antes de la manifestación, la vicerrectora Elisa Miguélez se reunió durante una hora con los representantes del Consejo de Estudiantes para aclarar la situación. Según su presidente, Jorge Fernández, el Rectorado se "mostró a favor de defender la propuesta que hacíamos de mantener dos días en el calendario de exámenes de diciembre para que así las facultades puedan fechar exámenes y nos queden lo más separados posibles para obtener buenos resultados académicos". Los alumnos esperan que en el Consejo de Gobierno del lunes, donde se aprobará el calendario definitivo, "se tengan en cuenta nuestras peticiones". "Aunque haya una dinámica de diálogo buena con el equipo rectoral -que les agradecemos-, es fundamental que sigamos tomando la palabra. Las movilizaciones son las que permiten que tengamos mejores condiciones de estudio", comentó Jorge Fernández, que subrayó que "no hay ninguna tensión" con el Rectorado.

Al mismo tiempo que se producían las manifestaciones en Oviedo -la primera a las doce en la Facultad de Medicina y la segunda, media hora más tarde en el Hospital Universitario Central de Asturias-, el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, decía en Gijón entender la preocupación de los estudiantes ante la modificación del calendario académico. "Es algo importante para ellos", subrayó. "Pero -añadió- los centros tienen autonomía" para proponer si se reserva o no alguna jornada de diciembre para exámenes. "Sabemos que la preocupación no es igual en toda la Universidad; no todos los estudiantes tienen los mismos problemas, objetivos o necesidades", mencionó el máximo responsable de la institución académica, quien a renglón seguido apuntó: "Vamos a escuchar a todos y ser flexibles".

La marcha atrás dejó una sensación agridulce entre los estudiantes. "Estamos hartos de pedir. Somos nosotros los que estamos haciendo una carrera y, en vez de beneficiarnos, se nos fastidia siempre", opinó Paula Medina, alumna de Enfermería. "Es un caos lo que vivimos. Los horarios actuales son pésimos, sin tiempo para estudiar", comentó César Muñiz. Los estudiantes agitaron una enorme pancarta que decía: "Con nuestros exámenes seguimos tomando la palabra".