Los bomberos del Principado salieron de sus diecinueve parques 493 veces el pasado enero y lo hicieron en un apreciable porcentaje de seis de cada diez requeridos para apagar incendios. La suma mensual de fuegos es la más alta del ciclo del otoño-invierno, sólo rebasada en los últimos meses por la de septiembre, y nada se acerca desde entonces a los 111 incendios urbanos que los servicios autonómicos de extinción hubieron de afrontar el mes pasado. Salen a una media de diez intervenciones diarias sumando las quemas forestales con las urbanas, por encima de las más de siete de diciembre o de las cerca de cuatro de noviembre para corroborar por ejemplo la constancia estadística de que el invierno lidera el ajetreo incendiario urbano y de que las estaciones particularmente frías dejan huella en el recuento de las quemas en viviendas o locales comerciales. También la tendencia creciente a arder que tiene el monte cada vez más abandonado, con la cifra más alta de intervenciones por fuegos forestales desde septiembre pese a ser enero uno de los meses tradicionalmente menos pródigos en esta clase de incendios.

De las 493 salidas contabilizadas por los bomberos del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) -que excluye los parques de Oviedo y Gijón-, 303 los hicieron intervenir para sofocar fuegos, 192 forestales y esos 111 urbanos que resisten mal la comparación con las anteriores cifras mensuales publicadas. A mucha distancia les siguen las 28 salidas para atender accidentes o las 26 para abrir viviendas. La cuarta razón que sacó de sus parques a los bomberos en enero fueron 24 falsas alarmas y hubo diecinueve rescates, dieciocho inspecciones y, entre otras muchas incidencias, trece simulacros y doce traslados sanitarios. En 32 ocasiones fue necesario movilizar alguno de los tres helicópteros de los que dispone el servicio. La sala de coordinación de emergencias del SEPA recibió en enero casi 59.000 llamadas, a una media diaria de 1.902, que desembocaron en la apertura de 21.487 incidentes que requirieron movilizar algún recurso, la mayoría relacionados con la atención sanitaria.

La prevalencia del incendio entre los motivos que movilizan a los bomberos de los diecinueve parques que controla el SEPA corrobora el vínculo entre el frío y el fuego urbano que han detectado con reiteración los estudios estadísticos publicados al respecto. Este enero que tuvo a mitad de mes su ola de frío polar y sus temperaturas bajo cero ha elevado el número total de salidas por incendios de los tres anteriores del otoño y el invierno, cuadrando las cifras con las supuestas causas que dicen, a la luz de las conclusiones de un estudio elaborado por la fundación de la aseguradora Mapfre, que como norma general las llamas se originan en casi cuatro de cada diez casos en fuentes de calor, como estufas, chimeneas o braseros.