Galicia planta miles de castaños para ganar terreno al eucalipto, una especie invasora que también arrasa en Asturias. Según el inventario forestal del Ministerio de Agricultura, los eucaliptos y pinos desplazan al bosque autóctono de la región, que desde 2001 ha perdido más de 18.000 hectáreas, superficie equivalente a multiplicar por tres la reserva de Muniellos, en Cangas del Narcea. Lo mismo ocurre en la comunidad vecina, que ha decidido destruir progresivamente los bosques de eucaliptos mediante la siembra de 50.000 ejemplares de castaño. Su objetivo no obstante es llegar al millón.
En Portugal han tomado también medidas contra el eucalipto, originario de Australia, aunque más drásticas. Han congelado la expansión de la especie hasta 2030 al tiempo que prevén incrementar la extensión de robles y castaños un 40 por ciento. Galicia, por su parte, sigue permitiendo su plantación en prácticamente todo el territorio aunque con restricciones. En Asturias la lucha contra el eucalipto se ha estancado en los últimos años. La Coordinadora Ecologista recuerda que el Plan Forestal de la región fijaba para el año 2060 un límite de extensión de este árbol de 61.338 hectáreas, mientras que, en la actualidad, ya se han alcanzado 60.311, la superficie prevista para 2053.
Según el inventario del Ministerio, el 46% de la superficie de Asturias está ocupada por árboles, un porcentaje que supera la media nacional. Sin embargo, el aumento de esta cifra, como denuncian los ecologistas, se ha hecho a costa de expandir el pino y el eucalipto, que hoy en día representa el 15,32% de todas las especies. La mancha de castaño sigue siendo la más alta, con 85.000 hectáreas. Pese a este potencial, sólo produce 140 toneladas de castaña, un 0,8% del total nacional, y sufre el ataque de plagas. La última, una avispilla china.
