Las barreras de seguridad o quitamiedos son uno de los quebraderos de cabeza de los motoristas y también de los investigadores de accidentes de tráfico, que aseguran que incumplen el objetivo último para el que se colocan: deformarse para "acoger" al vehículo, en lugar de provocar un efecto rebote que los devuelve a la calzada. En el caso de los motoristas, los accidentes suelen ser mortales al golpearse contra las sujeciones y colarse por debajo.