La región se les ha quedado pequeña. Los lagareros pertenecientes al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias están convencidos de que mantenerse en una mentalidad localista impide el desarrollo del sector. En consecuencia, toda apuesta de futuro pasa por traspasar fronteras y abrir nuevos mercados, especialmente el español, pero sin dejar de lado un proyecto más ambicioso con vista al mundo. Ésta es la conclusión de los representantes de las catorce de las veintidós etiquetas pertenecientes a la DOP que ayer se reunieron en Gijón en la Universidad Laboral para trabajar en torno a la innovación y la creatividad.

Aunque más que trabajar, jugaron como niños. La jornada se enmarcó en la dinámica Lego Serious Play, una metodología de innovación para gestionar problemas complejos y fomentar el trabajo colaborativo, que se desarrolla utilizando las piezas de este popular juego de construir cosas. Ésa era la idea propuesta y expuesta por Paco Prieto, que guio a los participantes durante toda la mañana para "construir el futuro de la sidra". "Permite conectar reflexiones, ideas, experiencias e inquietudes que los participantes tienen dando vueltas por la cabeza, y a partir de los 'legos' construir un modelo que representa estas inquietudes de tal modo que es el vehículo para luego compartirlo y generar debate entre ellos", explica Paco Prieto sobre esta iniciativa que les ha permitido, además de reforzar el sentimiento de unidad entre ellos, delimitar los lastres de su gestión, aquello que deben mantener y sus apuestas de cara al futuro.

"Creer que somos los mejores", "no ser tan localistas" y "que el producto no sea tan barato" fueron las frases más repetidas de aquello que deben combatir y erradicar. En cambio, los representantes llagareros ven fundamental "mantener la calidad" y la "diversificación del producto" en sidra natural, espumosa y de nueva expresión, las tres variables que acoge la DOP, que vive su mejor momento después de cerrar 2016 con 1.905.000 botellas vendidas, lo que supone un incremento del 10% con respecto a 2015. Más las expectativas de ir a más este año.

"Es una propuesta innovadora, queremos sacarles de su zona de confort, de su llagar, y que piensen diferente. Todo ello para dos objetivos, que vean la importancia de la innovación en el sector porque hay mucho margen de mejora, y hacer piña, estrechar lazos porque la unión es fundamental", valora Daniel Ruiz, gerente del Consejo Regulador de la Sidra, sobre esta jornada en la que participaron representantes de Sidra Fran, Acebal, Canal, Cortina, Vallina, Herminio, Orizón, Fonciello, Gobernador, Piñera, Quelo, Castañón, Tomás y La Morena.