No se pueden ni ver y la cortesía acabó saltando por los aires ayer entre Podemos y el Gobierno socialista en el parlamento asturiano. El terreno parecía abonado para el estallido. Casi a la misma hora en la que se conocía la condena de Iñaki Urdangarín, el portavoz de la formación morada, Emilio León, preguntaba a Javier Fernández por los reparos de su Ejecutivo a la Unidad Anticorrupción, sacando a colación la segunda entrega judicial de la operación Marea, el registro de la sede de UGT o el caso Aquagest.

El primer "cara a cara" del nuevo período de sesiones entre Javier Fernández y Emilio León iba de menos a más cuando saltó la chispa en el hemiciclo subterráneo de Fruela,13. El presidente del Principado aludió a la "impotencia" que confesó el diputado podemista Enrique López cuando fue acusado y, finalmente absuelto, por unos incidentes en una concentración propalestina en Gijón, para lanzar la siguiente pregunta-reproche a Podemos: "¿cómo tienen que sentirse todas esas personas a las que ustedes, de una u otra manera, sientan cada día en el banquillo de la opinión pública con infundios, con basura lanzada como si ya fueran culpables?, ¿cómo se tiene que sentir esa gente?".

La alusión provocó reacciones en la bancada morada y Javier Fernández señaló hacia el secretario general de Podemos: "usted en particular, señor Ripa; usted en particular, señor Ripa". Pero la situación estalló cuando el dirigente podemista llamó "mafioso" a Javier Fernández.

"¿Cómo?, qué me ha dicho?", preguntó el Presidente del Principado, mirando primero a Ripa y acto seguido a Pedro Sanjurjo. El Presidente de la Junta General, en su calidad da árbitro parlamentario, terció, explicó lo ocurrido, que fuera del hemiciclo no se había oído con nitidez, y conminó a Ripa a rectificar.

"Lo que acaba de ocurrir en la Cámara es un tema muy grave. El señor Ripa ha llamado mafioso al presidente del Gobierno. Le pido, por favor, que retire esa acusación gravísima. Le pido por favor que lo retire", insistió Sanjurjo, en tono más que serio, firme, tajante. Un instante, apenas un segundo de vacilación, en el que el secretario general autonómico de Podemos miró a su izquierda, donde estaban sus compañeros Lucía Montejo y Emilio León.

"Retíralo", cuentan que le aconsejó la diputada de Corvera. Y Ripa tomó su micrófono: "Por supuesto que lo retiro, pero le pediría que el Presidente no me señale con el dedo mientras está contestando al portavoz Emilio León".

"Usted no es quien dirige los debates. Limítese a guardar silencio cuando está en el uso de la palabra otro orador", cortó, imperativo, Sanjurjo, que devolvió la palabra a Javier Fernández. Todo esto ocurrió en poco más de un minuto, en el que se cruzó un límite que, en sede parlamentaria, no recordaban ni los más veteranos en las lides de la Junta. Que no son pocas. Y a menos de una semana de que Pablo Iglesias reivindicara para su partido más activistas y menos políticos profesionales.

Con este follón, quedaron en segundo plano "la cruz del paro y los caras de la corrupción", denunciados por Emilio León, que no pudo evitar una referencia al exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, "que tiene la suerte de tener unas tías que se llaman Aqua y Gest", y a los casos GITPA y Marea, o la réplica de Javier Fernández negando a la formación morada "el monopolio de las buenas intenciones en la lucha contra la corrupción".

Aunque el Pleno se tornó hipotenso, el rifirrafe no cayó en saco roto. La presidenta y portavoz del PP asturiano, Mercedes Fernández, admitió su "preocupación" porque "hay límites que no se deben cruzar". El socialista Fernando Lastra cargó contra "la degradación insoportable" en la que, a su juicio, incurrió la formación morada. "Podemos se ha autodescalificado de manera intolerable", afirmó Lastra. Gaspar Llamazares, de IU, lamentó que "en la Cámara falta debate de contenidos y sobran descalificaciones e insultos. El parlamento no es una mala taberna". Cristina Coto aprovechó la ocasión para mandar un recado al PSOE y sostuvo que episodios como el de ayer "ponen de evidencia que Javier Fernández es incapaz de pacificar a las izquierdas asturianas, elevándose por días el nivel de enfrentamiento". Por el contrario, Nicanor García, de Ciudadanos, vinculó la intervención de Ripa con una estrategia premeditada de la formación morada. "Es intolerable. No se puede bajar al terreno de los insultos. Podemos está reproduciendo las fórmulas de Pablo Iglesias en Madrid".

Podemos no valoró el lío en caliente. Avanzada la tarde concluyó, mediante un comunicado, que "ante el pacto del PP y el PSOE para tumbar nuestra ley anticorrupción no nos podemos callar", si bien reconocieron que "los representantes públicos deben cuidar las formas, pero las formas no deben distraer del fondo".