A partir de ahora sidra a secas sólo habrá una. El resto de bebidas elaboradas con mosto de manzana serán sidras, pero con apellidos: extra, con zumos de frutas, aromatizada, cóctel, sin alcohol... El Consejo de Ministros aprobó este mes una nueva norma de calidad a petición del sector, que sustituye a la anterior de 1979. La renovación del diccionario sidrero afecta directamente a Asturias, que confía en conquistar nuevos mercados internacionales con variedades como la "light" o la de hielo. Los lagareros de la región califican la actualización de la ley de "avance", ya que abre la puerta a crear productos diferentes y con peso en el extranjero. Para el presidente de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias, Celestino Cortina, supone además "dejar de prostituir el nombre de sidra". "Ahora se hace el caldo regional con todo tipo de sabores. Para mí eso no es sidra. Ya era hora de que se regulase y se dejasen las cosas claras", opina.
El Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente explica que la nueva norma, a pocos días de publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE), incorpora productos ya existentes en el mercado pero no definidos hasta ahora, y actualiza las definiciones de las bebidas y su elaboración desde el punto de vista de la calidad alimentaria. "Hasta ahora si hacías sidra de hielo, por poner un ejemplo, la tenías que llamar sidra, no sidra de hielo", aclara María Cardín, presidenta de la Asociación Sidra de Asturias (ASA) y adjunta a la dirección de la empresa Valle, Ballina y Fernández, productora de la marca El Gaitero. Precisamente su grupo lanzará al mercado en breve este tipo de bebida y está trabajando ya en una variedad "light", que "puede ser interesante". Este concepto es uno de los más revolucionarios dentro de la normativa recién aprobada y responde a una exigencia europea.
"Estamos convencidos de que todo ello supondrá una mejora dentro del sector. Además, la actualización de la norma partió de nosotros. Se había intentado en los años 90, pero no nos pusimos de acuerdo hasta ahora", profundiza María Cardín. La representante de los lagareros asturianos destaca que, en todas las reuniones, el sector pidió una cosa: "avanzar con cabeza". Es decir, "la sidra tiene que seguir siendo de manzana fermentada. Si le queremos añadir pera no puede ser sidra. Es perada o en todo caso sidra de zumo de pera", apunta.
En este sentido, Celestino Cortina, al frente del lagar Cortina en Villaviciosa, opina que "por sentido común" la ley de calidad de 1979 necesitaba una actualización. "Parece lógico pensar que en todos estos años han nacido nuevos productos y los gustos de los consumidores también cambiaron", dice. Cortina cree que mientras que en el sector del vino estaba todo regulado, en el de la sidra no. "¿Te imaginas un vino de fresa que se llamase vino? Pues eso es lo que estaba pasando con nuestra bebida", destaca.
Las nuevas categorías del caldo regional son sidra, sidra extra, con zumo de frutas, aromatizada, cóctel de sidra, bajo contenido en alcohol y sin alcohol. Dentro de la sidra natural, el Ministerio de Alimentación diferencia entre natural, natural dulce, espumosa, natural de bajo contenido en alcohol y natural sin alcohol. Por último incluye el término de sidra "light", que es aquella que tiene bajo contenido en azúcares, grasas y calorías. La normativa actualiza también "los métodos analíticos aplicables considerando los adelantos producidos por la innovación tecnológica". El Gobierno central espera un impacto positivo sobre la economía y define la ley como un "instrumento para mejorar su competitividad, garantizar la leal competencia entre las industrias y dotar de las mismas condiciones a todos los productores".
