Los contenedores de basura son "pasteles" para los jabalíes urbanos, según advierten los expertos. El biólogo y autor del plan de prevención y control de la especie en Oviedo, Carlos Nores, ha propuesto al Ayuntamiento cambiar el sistema de recogida de residuos en los barrios periféricos de la ciudad. El zoólogo del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (indurot) asegura que los cubos de reciclaje actuales agravan el problema de la habituación de los suidos a las zonas urbanas. Con un leve empujón, tienen acceso a kilos y kilos de comida. Y si encima es un contenedor como el que apareció la semana pasada en Pola de Lena, lleno hasta arriba de alimentos en buen estado, el festín es doble. Nores recomienda a los ayuntamientos con jabalíes que "intenten hacer un cambio progresivo" de los contenedores tradicionales por los depósitos soterrados. Con ellos, la "comida rápida" se acaba.

Expertos, como Séan Cahill del parque Collserola de Barcelona y Juan Herrero de la Universidad de Zaragoza, alertaron precisamente de esta situación en un seminario celebrado en Mieres. Cahill insistió en que mientras no se impida el acceso de los animales a las "hamburgueserías de los contenedores", seguirán instalándose en las ciudades nuevos ejemplares. Según estimaciones de los biólogos, se calcula que en Asturias hay entre 60.000 y 75.000 jabalíes, muchos más que habitantes tiene Siero. Una parte de la población -no se sabe cuánta- ya está asentada en las zonas de seguridad (32.200,5 hectáreas), que son aquellas que rodean a los principales núcleos urbanos y en las que no está permitida la caza. En ellas, el Principado realiza aguardos, una modalidad de cacería desarrollada por un solo cazador, bajo la supervisión de un guarda. Aún así, la invasión del jabalí continúa. Los últimos en denunciar su presencia fueron los vecinos de Avilés.

Los biólogos insisten en que no hay una única solución, sino que hay que aplicar múltiples medidas. Una de las más importantes afecta a la basura. "Hemos propuesto al Ayuntamiento de Oviedo -ya tiene en sus manos el plan de control- que intente cambiar poco a poco los contenedores por sistemas más adecuados", explica Carlos Nores. El investigador urge sobre todo a actuar en las zonas más conflictivas, como son La Florida, Vallobín y La Argañosa, aunque reconoce que "acabaría siendo necesario intervenir en todos los barrios periféricos".

Lo más adecuado, según Nores, son los depósitos soterrados, ya que "los contenedores grandes pueden ser volcados e incluso abiertos, por los jabalíes". "Evidentemente un cambio de esta envergadura no es cosa que pueda hacerse de un día para otro, es costoso y está sometido a un proceso complejo, tanto desde el punto de vista político como administrativo", reconoce. Lo mismo pasa con las papeleras, que deben ser diseñadas a prueba de "jabalí". "Hay que evitar las basculantes -las mejores son las de fundición- y cuidar que las papeleras de los parques no rebosen basura que finalmente acabe cayendo al suelo", concluye.