La última medida que se prueba en Galicia para asustar a los jabalíes en las carreteras autonómicas, en realidad asusta muy poco. La consejería de Infraestructuras de la comunidad vecina ya deposita en las cunetas de las autopistas este repelente de última generación, ensayado anteriormente en el País Vasco. El autor del plan de control de la especie, Carlos Nores, cree que la medida para frenar el número de accidentes de tráfico sólo es eficaz a corto plazo.

"Puede tener una eficacia temporal, porque de la misma manera que aprenden que están a salvo y bien alimentados en las zonas de seguridad cerca de las ciudades, también aprenden que si un olor amenazador no se concreta en ataques deja de ser una amenaza y acaban pasando de él. Las pruebas que se han hecho sobre su eficacia muestran que no es útil a medio plazo", razona Nores.

En concreto, Galicia está probando la orina sintética de lobo en las carreteras de Lugo. Los técnicos la combinan con feromona de jabalí, una sustancia atrayente que se esparce en zonas de paso de fauna para desviar al animal hacia vías más seguras.