"Calidad y discreción". Con estas dos palabras define el diseñador asturiano el espíritu de la colección otoño-invierno 2018 que presentó ayer en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que se celebra estos días en el Ifema de Madrid.

La colección de Luengo era una de las novedades más esperadas de esta edición y no defraudó. Superadas las extravagancias de las pasarelas de los ochenta y noventa, Luengo dio una vuelta de tuerca más a la sensatez y presentó una colección sobria, práctica y elegante para vestir y no disfrazar a la mujer del siglo XXI.

Fue una colección muy colorista, jugando con los colores mostaza, rojo-fresa y lavanda, además del petróleo, combinados con aplicaciones de latón en línea oro viejo. Sin renunciar a la elegancia, incluso abundando en ella, el diseñador asturiano apostó por la calidez con abrigos de doble cara, toscanas de pelo largo, mohair o lana cocida, además del clásico y funcional punto de lana. Para estilizar la figura femenina, Luengo presentó bombers en napa y ante combinadas con faldas acampanadas tipo evasé, los pantalones anchos, en robusto y ligero punto de twill elástico de terciopelo y lana, apostando por el total look, conjuntos de dos o tres piezas del mismo color, y jugando con los acabados en brillo o mate. La piel de cordero, tanto en liso como con pelo, fue la gran protagonista de la colección y fue trabajada a mano para "tallar" pequeños flecos y napa toscana con aplicaciones de latón en el taller que Luengo tiene en Oviedo. Hasta un pequeño presente en forma de dulces que regaló al público procedía de la confitería Rialto de Oviedo. Sin renunciar a sus principios de calidad y discreción, Luengo propone para las noches vestidos en crepe pesado combinados con gasa y detalles de plumas, además de abrigos de mohair junto a las cálidas y elegantes capas en toscana, su gran baza en la colección.

El modelo que más aplausos despertó entre el público que llenó la pasarela fue un traje de novia, una de las bazas más fuertes de sus colecciones, aunque él no es partidario de que se le encasille en ese segmento: "Con el traje de novia hacemos una performance para darle un poco de espectáculo al show, que siempre está presente en las pasarelas".

Ayer fue su presentación en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, pero Luengo participó anteriormente en seis temporadas de la pasarela alternativa, que finalmente ha desaparecido.

Marcos Luengo, licenciado en Psicología, ejerció como profesor de inglés varios años, para entrar con el milenio en el mundo del diseño de bolsos. En 2008 la crisis le obligó a agudizar el ingenio y dio el salto al diseño de ropa. "Bajaron las ventas de bolsos y nos dedicamos a hacer ropa, que tiene más salida. Hay que sacar provecho de cualquier circunstancia y cualquier situación. Yo me adapté y aquí estoy". Y la fama le llegó cuando la Reina Letizia lució en su visita a la comarca de los Oscos, galardonada con el premio Pueblo ejemplar", un llamativo abrigo color fucsia con costuras vistas, bolsillos parche y cuello de tirilla que llevaba la firma de Luengo. Calidad y discreción por partida doble.

A la conclusión del desfile, el diseñador asturiano se mostraba "contento y satisfecho. Creo que a la gente le ha gustado mucho y todo ha salido bien. No puedo pedir más". A pesar de que antes del pase afirmaba no estar nervioso, "sí que tenía un tapón en el estómago. Ahora estoy encantado y me siento afortunado, aunque también me lo he trabajado mucho. Estoy satisfecho".

Marcos Luengo ha confesado en más de una ocasión que utiliza su preparación como psicólogo en sus diseños y lo aplica al definir a la mujer que viste sus creaciones: "Mi trabajo se dirige a mujeres seguras de sí mismas que no necesitan demostrar cuánto se han gastado en la ropa porque lo valora el que tiene criterio para ello". Calidad y discreción.