Los hosteleros asturianos descartan un incremento inmediato y sustancial del precio de la sidra, aunque tampoco excluyen una "actualización" que, en todo caso, "siempre iría en la línea de conservar el carácter popular de la bebida y de sus precios". Así se se resume la postura oficial de la patronal Hostelería y Turismo en Asturias (Otea) después de que varios llagareros de prestigio pusieran de manifiesto, en un acto organizado el martes por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, que la sidra asturiana sale más barata que el agua y que, además, en la barra cuesta la mitad que la vasca. En la actualidad, la botella tiene un precio de entre 2,50 y 3 euros.

"El sector hostelero está en la línea der mantener en la medida de lo posible la popularidad de los precios, haciendo el máximo esfuerzo en mantener la contención de los precios, que se miran con la máxima delicadeza", sostienen los portavoces de la patronal hostelera. "En el proceso de producción, tanto los productores como las sidrerías estamos haciendo un esfuerzo enorme por mantener el carácter popular del precio. Y esto supone asumir costes de estructura que han crecido enormemente, por lo que se está haciendo una labor de contención de los precios para mantenerlos en el nivel popular actual", añaden las mismas fuentes.