Los pescadores asturianos se oponen rotundamente al uso del kayaks en aguas del Cantábrico: "Es como si salen con una colchoneta a coger peces". Los profesionales respaldan a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales en su negativa a autorizar esta actividad, que consideran "peligrosa y desleal". "Nos perjudica muchísimo. Ejercen presión sobre los caladeros, mientras que nosotros, que vivimos de ello, tenemos cada vez menos cuotas", se quejan. El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Dimas García, teme que si no se para a tiempo el kayak, "luego vengan los patines de pedales, las motos náuticas y las tablas de vela".

"Es muy peligroso convivir con ellos. Yo ya tuve algún susto con mi barco. No los ves hasta que no estás encima de ellos", expresa Adolfo García, patrón mayor de la Cofradía de Puerto de Vega. García califica además de "desleal" la pesca que practican desde el kayak "porque acceden a sitios a los que los profesionales no podemos llegar con nuestra embarcación". Según el presidente de la asociación de cerqueros de Asturias, Eduardo Cuevas, "la presión sobre los recursos marinos que ejercen las lanchas de recreo ya es demasiado alta como para ahora permitir los kayaks".

Lo mismo opina el responsable de la Asociación de Volanteros del Cantábrico Noroeste (Avocano), José Antonio Fernández, que considera que los kayaks "tienen que quedarse en las playas y en los puertos". "En el momento en que salen al mar están jugándose la vida. No los vemos ni nos aparecen en el radar. Es como si fuese un tablón tirado en el agua, sin matrícula, sin luces...", protesta.

El sector comparte, por tanto, la postura del director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, que rechaza los kayaks por considerarlos poco seguros y aumentar la presión sobre el medio marino. Vizcaíno recuerda, además, que estos artefactos están prohibidos por el Ministerio de Fomento. Los deportistas denuncian, por su parte, que Asturias es la única región en sancionar.