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Feve no aprovecha ni dos de cada diez plazas en los 300 trenes que fleta al día

Los ferroviarios temen que con los actuales niveles de ocupación y con las continuas pérdidas de viajeros haya cierres de líneas el año que viene

Esa brutal caída en picado del número de viajeros en la antigua Feve que arrancó hace una década hace que, en la actualidad, no se estén cubriendo ni siquiera dos de cada diez plazas disponibles en los 300 trenes que discurren a diario por las líneas de ancho métrico de la región, que presentan un índice de aprovechamiento (viajeros por kilómetros/plazas por kilómetro) que no pasa del 15%. Este dato, unido a otros también negativos, como que el pasaje anual este a punto de bajar de los dos millones de usuarios, hace temer a los ferroviarios que alguna de las líneas de cercanías del centro del Principado pueda verse abocada al cierre en cuanto termine la prórroga de la declaración de toda la red asturiana como Obligación de Servicio Público (OSP) que ha sido decretada para este año.

Las cifras son tan elocuentes como pesimistas y refuerzan la exigencia de los ferroviarios y de la sociedad asturiana en su conjunto para que el Ministerio de Fomento ponga en marcha con urgencia un plan de cercanías con mejoras en la infraestructura, las instalaciones y el régimen de explotación. El objetivo es permitir la recuperación de un servicio que, a juicio de los expertos, tiene gran potencial para la movilidad del área central. Este plan es una de las cuestiones prioritarias que figuran en el documento sobre las necesidades regionales en materia de infraestructuras pactado entre el Principado y 17 organizaciones empresariales, sindicales y vecinales para su remisión al Ministerio que dirige Íñigo de la Serna. Según los estudios realizados por la Administración autonómica, la mejora integral de los tendidos de cercanías necesita una inversión de 1.500 millones de euros.

El pasaje de los trenes asturianos de vía estrecha se desplomó otro 10% en 2016. El servicio se ve lastrado por una muy escasa fiabilidad y competitividad respecto a otros medios de transporte. La velocidad media de los convoyes ha bajado hasta los 45 kilómetros por hora, los trenes se detienen en estaciones o apeaderos cada 2,1 kilómetros y solo durante el pasado mes de enero se produjeron 179 incidencias que se saldaron con innumerables retrasos. Además, no son nada infrecuentes las cancelaciones de servicios, sin previo aviso al viajero, debido a las carencias en personal y parque móvil.

Del declive de la antigua Feve no se libra ni una de sus cinco rutas de cercanías de la región. Se da caso de que la que más pasajeros se ha dejado por el camino durante la última década es la de Oviedo a Infiesto, pese a que une Pola de Siero con la capital de Asturias y da servicio tanto al área comercial de Paredes (Siero) como al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Además de por las cercanías, los ferroviarios también temen por el futuro de las mercancías en ancho métrico, a las que ven en pleno desmantelamiento. Fomento asegura que está trabajando en un plan para adaptar el servicio a "las necesidades de la industria del entorno geográfico".

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