Las mareas vivas en Luanco con casi sinónimo de destrozos. Y así fue. La zona más afectada por el temporal fue la más próxima a la playa de La Ribera, donde los golpes de mar rompieron la cristalera de un local y anegaron los almacenes y los baños de otro. El resto de negocios y portales amanecieron con inundaciones, menores que en otras ocasiones. Un coche estacionado de noche junto a La Ribera sufrió cuantiosos daños tras ser desplazado unos metros. "Los daños que tuve fueron, principalmente, en mercancía", expresó David Ochoa. A pocos metros, Gelín González colocó un madero a la puerta de su negocio para evitar que las olas entraran en su bar. También hubo destrozos en la galería de otro bar de primera línea de playa y las calles cercanas a La Ribera estaba casi cubiertas por arena a media mañana. "Menos mal que no fue a más, pensaba que se iba a repetir la mareona de hace dos años", expresó Jesús Martínez, mientras admiraba el oleaje que, ya por la tarde, cubría con timidez el paseo marítimo. "Lo peor fue por la noche", añadió Cayetano Pelayo.