Los escolares con apellidos como Martínez, Rodríguez, Sánchez o Suárez tendrán en caso de empates de baremos de escolarización una pequeña ventaja sobre los García o Fernández, por citar algunos apellidos muy comunes en Asturias. El sorteo que se celebró ayer por la mañana en la Consejería de Educación tiene más de simbólico que de efectivo pero en algunos casos va a decidir la escolarización o no del alumno en el centro educativo elegido por sus familias como primera opción.

Ese sorteo, que afecta a las matrículas en centros públicos y privados concertados para el curso 2017-18, resuelve empates en puntuaciones desde Infantil a Bachillerato y afecta a los niños que entren en el sistema educativo y a los que cambien de colegio. La suerte señaló que las dos primeras letras del primer apellido sean JP y que el sentido de la ordenación alfabética sea desde la A a la Z.

El próximo lunes serán constituidas las distintas comisiones de escolarización asturianas y, según el calendario, antes de final de marzo las familias de los alumnos ya adscritos a sus centros deberían tener en su poder el documento acreditativo de reserva de plaza para el curso 2017-18.