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Mano dura contra los "traficantes" de setas, piden los micólogos al Gobierno

Los recolectores aprueban la nueva regulación del sector, aunque opinan que es demasiado blanda con "quienes esquilman el monte"

El presidente de la asociación micológica de Piloña, Pablo Prida, con otro miembro de la directiva, Germán Rodríguez-Noriega, ayer en su sede de Infiesto, en el edificio de la Obra Pía. CRISTINA CORTE

Los recolectores no solo están de acuerdo con regular el sector micológico en Asturias, sino que piden mano dura contra los "traficantes" de setas. Los aficionados califican de "abuso" lo que está sucediendo en los bosques de la región: "Meten furgonetas y salen cargados de hongos". Por eso, las asociaciones reclaman a la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, que elabora un decreto sobre la actividad, más control con "quienes esquilman el monte". Incluso denuncian que hay "grupos de extranjeros" que se dedican a explotar las setas sin respetar el medio ambiente para luego venderlas a los comercializadores. "En el momento en que un recurso tiene un valor económico, el sector se desmadra. Y eso es lo que está pasando con las setas en Asturias", afirma José Antonio Celis, presidente de la Asociación Micológica "La Pardina" de Mieres.

La regulación que prepara la dirección general de Montes, aún en fase de borrador, abre la puerta a que los ayuntamientos puedan poner cupos y fijar los días para la recogida de setas. Además, prohibe todas las prácticas de recolección que alteren la capa vegetal y usar herramientas aptas para el levantamiento, como rastrillos y hoces. "Vemos muy bien que se protejan las setas y que indiquen cómo se tienen que extraer. Pero el tema es mucho más complejo", explica el presidente de la Asociación Micológica de Piloña, Pablo Prida. A su juicio el documento es demasiado general al no especificar qué tipos de setas se pueden recoger, con qué tamaño y con qué edad. "Hay que puntualizar mucho más", dice. Además, Prida ve agujeros en la norma, ya que puede darse la situación de que un concejo fije cupos y otro no. "Los que explotan el recurso sin respeto van a ir al municipio donde no se regule", añade. En este sentido, los aficionados abogan por establecer límites de recogida regionales en vez de locales.

El responsable de la Asociación Micológica de Asturias, Paco Casero, teme no obstante que el decreto "ponga más trabas para acceder al monte". "Actualmente no podemos casi salir a ningún sitio por Asturias. Todo son restricciones", se queja Casero, que rechaza que la regulación pueda restringir la actividad de las sociedades, cuya objetivo es "salir de paseo y ampliar el conocimiento científico", mientras que otros continúan "traficando". "En ocasiones he visto furgonetas cargadas de setas", protesta. La misma experiencia vivió hace poco Pablo Prida: "Les llamas la atención y no te hacen ni caso. Eso es lo que hay que controlar". Los expertos insisten en que el decreto que prepara el Principado debe especificar "quién y cómo se gestionará la vigilancia en los montes". "Asturias es un paraíso para las setas, pero estamos acabando con él. Hace falta protección", expresa Paco Casero.

Aunque aplauden que el sector se regule, los micólogos lamentan que el Principado no haya contado con ellos para la redacción del decreto. El documento está en fase de borrador y se publicará en los próximos días en el portal de transparencia para que los recolectores puedan presentar sus propuestas. El texto final tendrá que ser aprobado por el Consejo de Gobierno.

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