"A mi juicio, la normas que nos impone el comité organizador del Descenso Internacional del Sella han supuesto una discriminación por mi condición de mujer". Beatriz Manchón, participante en cuatro citas olímpicas y campeona del mundo de piragüismo en tres ocasiones, vio ayer, en la celebración del Día Internacional de la Mujer, el mejor altavoz para denunciar la situación que vivió el año pasado, e intuye se repetirá en el presente, en la popular competición asturiana. "No se nos permitió inscribir una embarcación formada por Manuel Busto y yo en la categoría K2 absoluta. La explicación es que, existiendo la categoría mixta, no procedía", explica la sevillana, que lamenta se vea frenada la oportunidad de competir, de igual a igual, en la categoría reina, ante parejas formadas por hombres.

"No entendemos por qué a las embarcaciones mixtas no se les permite inscribirse como K2 absoluto, algo que sí ocurre con otras parejas de veteranos o junior", reitera Manchón, que dejó el piragüismo de alto rendimiento en 2013, y ahora ejerce como nutricionista del Sporting de Gijón. La andaluza, afincada en Asturias desde hace varios años, apoya su denuncia en la modificación realizada en 2015 por la Federación Española de Piragüismo, en materia de bases de competición, que defiende su argumento para que "las mujeres puedan decidir si quieren participar en la categoría senior masculina (absoluta) formando equipo con un hombre y clasificando en igualdad de condiciones". Un detalle que ni se aplicó en 2016 ni, a su juicio, parece que se contemple aplicar este año por parte de la organización del Descenso Internacional del Sella. "¿A caso una mujer no va a poder competir con la élite?", se pregunta.