La incorporación de la mujer al mundo laboral y su participación en múltiples estadios de la sociedad ha permitido una mayor visibilidad. Pero aún queda mucho por hacer, mucho camino que andar. Cuatro expertas en violencia de género coinciden en el diagnóstico y alertan de los retos.

La socióloga Sandra Losada, investigadora de violencia de género, alerta del "riesgo del espejismo", sobre todo con las jóvenes. "Creen realmente que pueden hacer lo mismo que sus amigos varones, pero desconocen que no es así, que las consecuencias sociales y los riesgos que asumen no son los mismos por su condición de mujer". Añade que "se ha avanzado sobre todo en visibilidad, cuando antes la mujer siempre iba un paso por detrás del padre, el marido y los hijos. Pero no lo suficiente en derechos en todos los ámbitos: laboral, salarial, incluso de salud".

Dice Asunción Naves, presidenta del colectivo de mujeres langreano "Les Filanderes", que "cuando las mujeres conozcan su historia, estarán listas para mirar adelante y conseguir la igualdad". "Ya no sólo conocerla y llenarse de datos, sino apreciarla y admirarla como se merece", asevera. Entre los logros de los últimos años, destaca el hecho de haber recuperado "algunas de las cosas que habíamos perdido. Hemos ganado luchas que ya dábamos por perdidas". Lo más importante, desde su punto de vista, es "que nos valoremos y nos queramos por lo que somos. Hay que dejar de ser princesas para ser solamente mujeres".

La escritora canguesa Berta Piñán es contundente: "En la lucha por conseguir la igualdad de género hay mucho conseguido y mucho por conseguir". Desde hace ocho años ejerce como profesora de Lengua y Literatura en el instituto Carmen Conde de Las Rozas (Madrid), trabaja a diario con sus alumnos en la revisión de textos clásicos desde una perspectiva de género. Como escritora, Piñán forma parte del proyecto "Genialogías", que busca dar visibilidad a las poetas del país a través de la reedición de obras que quedaron en el olvido por ser escritas por féminas. "La igualdad es el esqueleto de la educación, imprescindible para erradicar la violencia de género. En las nuevas generaciones se nota un cambio social y de concienciación en el sentido de que se dan cuenta que es necesaria la participación de todos para defender unos derechos como el del aborto, que la historia reciente ha demostrado que no son inamovibles y que se pueden perder", apuntó la autora de obras como "Tres sieglos construyendo la igualdá. ¿Qué ye el feminismu?". Piñán defiende que la igualdad de género se consigue con presencia de mujeres en las instituciones y en la vida pública, desde el activismo. "Los derechos de las mujeres hay que pelearlos todos los días. Cuestiones como la violencia de género son de Estado", concluye.

Carmen Álvarez Castaño, abogada y directiva de una empresa, asegura que "se percibe una mayor presencia de políticas cuyo objetivo es integrar la igualdad de género en todos los ámbitos. La Administración y el mundo empresarial parecen estar más sensibilizado con la mujer", afirma. Además, "se han aprobado medidas tendentes a mejorar la conciliación, la corresponsabilidad, el fomento al empleo? aunque aún nos encontramos en un estadio incipiente".