Tras el terremoto y el tsunami de Fukushima donde más de 100.000 japoneses fueron evacuados de los alrededores para evitar la contaminación nuclear, ahora son los jabalíes los que campan a sus anchas en la zona. El peligro nuclear ha pasado, según las autoridades, pero la presencia de cientos de jabalíes que pasean por las calles vacías de los pueblos próximos a la planta de energía nuclear impiden a sus habitantes regresar con normalidad. Ya se han contratado brigadas de cazadores, según recoge "The Times", para acabar con esta plaga. Esos jabalíes ni siquiera son aptos para el consumo porque se han alimentado alrededor de la central nuclear. Además de atacar a las personas, suponen un considerable peligro para el tráfico.