El gamonéu es el queso de la explosión. En menos de diez años, sus elaboradores han duplicado su producción y ventas en un momento de decadencia para el cabrales. Aunque el queso de Cangas de Onís no alcanza todavía el nivel de producción del que se hace en Cabrales -hay una diferencia de 363.544 kilos-, sí que lleva un ritmo mayor de crecimiento. Según datos de la Consejería de Desarrollo Rural, ha pasado de un valor económico de 907.968 euros en 2007 a 1,98 millones en 2016. Se trata, por tanto, de una de las marcas de calidad del Principado (DOP o IGP) que más recorrido tienen en la actualidad, junto con las de la ternera asturiana y la sidra. El queso casín y el vino de Cangas experimentan un lento crecimiento, mientras que los mercados del cabrales, el afuega'l pitu, la faba y el chosco de Tineo están estabilizados.
La Denominación de Origen Protegida Gamonéu reúne a 22 ganaderías y una veintena de queserías. La única limitación para seguir creciendo es la leche, ya que sólo se puede obtener de explotaciones de los concejos de Cangas de Onís y Onís. De momento, este requisito no es un problema, pues el Consejo Regulador aumenta año tras año sus beneficios. Como ejemplo, en 2015 se obtuvo un valor económico de 1,74 millones de euros y el año pasado cerró con 1,98 millones.
Parte de ese crecimiento se debe a la exportación, como también sucede con la ternera asturiana. La Indicación Geográfica Protegida (IGP) de la carne batió en 2016 su récord de producción (6.649 toneladas) y facturó 29,3 millones de euros. El 28% del producto ya se va a otras autonomías, principalmente Madrid, Castilla y León y Baleares. Sólo la capital de España consume al año 170.000 kilos de filetes asturianos. Según las estadísticas de la Dirección de Agroalimentación, el Consejo Regulador de la Ternera Asturiana pasó de tener inscritas 4.800 ganaderías en 2007 a 5.539 en la actualidad. El número de animales sacrificados también ascendió notablemente: de 15.634 y 4.019 toneladas de carne a 24.414 vacas y 6.649 toneladas.
"La ternera asturiana debe ir a más, porque todavía hay unas 5.000 explotaciones fuera de la IGP. Además, hay que avanzar en la conversión ecológica", opina el director general de Desarrollo Rural, Jesús Casas. La ternera asturiana ocupa el cuarto lugar de facturación entre las marcas españolas de calidad, tras el queso manchego, la ternera de Galicia y el jamón de Guijuelo.
Por su parte, la DOP Sidra de Asturias sigue una tendencia ascendente, aunque es lenta. Batió en 2016 un nuevo récord de ventas tras haber alcanzado los 1,9 millones, lo que supone un incremento del 10% con respecto al año anterior, cuando ya se habían roto todos los registros precedentes. En todo caso, la subida se concentra casi exclusivamente en la variedad de escanciar, ya que las especialidades espumosas y de mesa siguen presentando un crecimiento mucho más moderado.
Debate de precios
El director general de Agroalimentación, Jesús Casas, cree que la clave para seguir creciendo depende del reconocimiento del consumidor. "Ahora que hay abierto un debate sobre los precios, habría que poner en valor la sidra que se hace con manzana asturiana. No es lo mismo hacer sidra con fruto regional que con el que viene de Polonia. Hay que reconocer nuestro territorio", asegura. En este sentido, Casas aboga por que todos los lagares que hagan bebida con manzana asturiana se integren en la Denominación de Origen.
La DOP Cabrales es la segunda que más factura en Asturias, 4,95 millones, pero en la última década ha experimentado un notable descenso. Mientras que en 2007 tenía 65 ganaderías, en la actualidad tiene 42.
Como consecuencia de ello, la producción también menguó, pasando de 523.659 kilos a 496.836. En la misma situación se encuentra el afuega'l pitu, cuya producción y facturación disminuyó en los últimos años. Hoy en día, sólo dispone de ocho queserías, que elaboran 118.289 kilos de queso con un beneficio de 1,23 millones de euros. En cambio, el casín sigue creciendo poco a poco: con cuatro queserías produce 8.894 kilos, con un valor económico de 195.662 euros, un 59% más que en 2013.
El vino de Cangas, con el reto de ganar más productores (855 viticultores y 5 bodegas), genera un volumen de 79.790 litros y factura ya 602.593 euros. El crecimiento desde 2012 es sorprendente: de un 65%. Por su parte, las IGP de la Faba y el Chosco se mantienen. Este último incluso bajó con respecto a 2015, pasando de 244.950 a 189.000 euros en la actualidad. El Consejo Regulador de la Faba tiene 351 parcelas de cultivo y comercializa 86 toneladas. Por ello facturó el año pasado 1,18 millones, por debajo de 2007. Esto se debe, según el director general de Agroalimentación, a la mayor relación del producto con el territorio y su menor capacidad de exportación.
