"La constatación de que la excavación de los túneles de Pajares suponía un grave riesgo para los acuíferos de la Cordillera y que, pese a ello, no se tomaron medidas a tiempo confirma que la precipitación de Francisco Álvarez-Cascos, entonces ministro de Fomento, y de Jaime Matas, al frente de Medio Ambiente, fue decisiva en la gran chapuza de la Variante y explica en muy buena medida sus enormes sobrecostes". Esta es la valoración de Segundo González, diputado asturiano de Podemos, acerca de los documentos que demuestran como los técnicos ya alertaron dos años antes del inicio de los trabajos de que la perforación del gran paso subterráneo amenazaba con generar el enorme trasvase de recursos hídricos de León a Asturias que finalmente se produjo y que ha motivado una denuncia de los municipios afectados ante la Unión Europea (UE).

Además de a Álvarez-Cascos y Matas, a los que acusa de aprobar y lanzar el proyecto de "forma precipitada justo antes de las elecciones generales de 2004", el parlamentario podemista también apunta como responsables de lo sucedido con el agua en Pajares a Magdalena Álvarez y José Blanco, ministros de Fomento del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. "En lugar de parar para reconducir la situación, aplicaron el tira que libras y pasó lo que pasó", asevera Segundo González, que se muestra dispuesto a "seguir investigando para depurar responsabilidades ante unos daños irreparables que se podían haber evitado".

El diputado de Podemos hace estas declaraciones en vísperas del juicio por la demanda que ha presentado en su contra Francisco Álvarez-Cascos, al entender que el diputado le ha relacionado sin pruebas con los "sobresueldos en B" de los papeles de Bárcenas y con el cobro de supuestas "comisiones irregulares" por la adjudicación de la Variante cuando era ministro de Fomento. El ahora secretario general de Foro exige el pago de 20.000 euros a González, que ayer subrayó lo "curioso" de que sean "los sospechosos quienes demanden".

Los estudios

Tal y como publicó ayer LA NUEVA ESPAÑA, en un informe fechado en 2002 los técnicos alertaron de la necesidad de que antes de iniciar la excavación del gran túnel de la Variante se llevara a cabo un estudio hídrico en profundidad, a la vista de que en el entorno había "diversas zonas con problemas hidrogeológicos". Sin embargo, esos análisis no se llevaron a cabo hasta el año 2008, cuando las obras ya estaban muy avanzadas y se habían dañado numerosos manantiales y fuentes, con enormes pérdidas de nivel o su completo desecado.