Ni Amarna Miller ni Nacho Vidal. La estrella nacional del porno con más proyección universal fueron, el pasado fin de semana, las XXX Jornadas del cabritu de Laviana. Y no sólo porque el plato estuviera de vicio, que seguro que sí, sino por Google. El buscador de internet colocó la noticia que anunciaba la cita gastronómica, publicada en la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA, a la cabeza de los resultados encontrados cuando se tecleaba el término "XXX": tres números romanos que realmente pretendían anunciar la trigésima edición de las jornadas, pero que, interpretados al calor de otros fogones, abren la puerta al universo de la pornografía.

Díjolo Google, punto redondo. Así que una avalancha de usuarios, la mayoría de Hispanoamérica, empezó a "clickar" sobre las tres equis y el cabritu. El fenómeno se repitió con otra información acerca de la buena marcha de las jornadas de Laviana. Las dos noticias estuvieron a la cabeza de las páginas más vistas de España, y la última se convirtió en la más leída en la historia de lne.es. La información fue la más vista en un solo día, jornada en la que la web alcanzó los 437.239 usuarios únicos. Inaudito. Las estadísticas de visitas ardían.

Google utiliza un algoritmo para ordenar las noticias que un usuario busca. Se supone que este robot intenta aprender y trabaja para ir discriminando por contenidos. Porque no todas las equis juntas de tres en tres significan lo mismo. Pero en este caso el robot no se comportó de forma inteligente.

La mayoría de los clientes virtuales de las XXX Jornadas del cabritu provenían de México y Perú. Muy probablemente casi nadie supiera qué cosa era "Laviana" pues los lectores estaban en Guatemala ciudad, Montevideo (Uruguay), Santiago de Chile, Monterrey, Ciudad Juárez, Guadalajara y Acapulco, en México; o en Quito y Arequipa, en Perú, por citar algunas ciudades. También los había "encabritados" en Nueva York.

Laviana era una palabra vacía de contenido para ese medio millón de lectores. Sin duda, las tres equis juntas despertaban el apetito de porno. ¿Pero "cabrito"? En Piura (Perú), una de las zonas en las que se registraron más visitas, "cabrito" es un chico joven y homosexual, según indicaron a LA NUEVA ESPAÑA empleados del Ayuntamiento de esta urbe de 377.000 habitantes. En otros lugares como Valparaíso (Chile), "cabrito" o "cabrita" es un joven (entre 11 y 15 años) de carácter rebelde. La Real Academia Española (RAE) incluye entre las acepciones para la palabra la de "cliente de casas de lenocinio".

¿Y qué pasaba cuando los usuarios que habían tecleado las tres equis en busca de porno llegaban a la noticia de Laviana? Nadie lo sabe. El asunto queda en la intimidad de sus domicilios. Lo único que dicen las estadísticas es que la permanencia media en la información era de 3 minutos y 35 segundos.

"Sabemos que nuestro plato está rico, pero no que iba a despertar tanta lujuria tras cruzar el charco", bromean los hosteleros de Laviana, que no salen de su asombro ante la fama mundial que ha adquirido su cabritu. "Nosotros alguna broma habíamos hecho, como que el cabritu de este año era tres equis porque estaba muy bueno", afirma Javier Fernández, hostelero y uno de los impulsores de la cita gastronómica.

Unas jornadas que no quieren desvirtuar porque, añade Rocío Estepa, "es una tradición y tiene mucha solera. Llevamos en esto treinta años y vamos a seguir trabajando". Quieren cumplir una década más. Van a por las "cuatro X". "Eso ya será demasiado, ¡molemos a Google!", afirma Javier Sánchez, otro portavoz del sector. A la mesa se sentaron durante el fin de semana en Laviana cerca de dos mil personas. Ninguna, asegura la joven hostelera Alba García, les preguntó si el menú era erótico: "Aquí sabemos de qué va la fiesta".