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El área central tiene un problema de vista

Varios especialistas analizan la falta de visibilidad de las ventajas del plan para la zona que, según Rubiera, subiría un 9% la productividad regional

Por la izquierda, Marcos de Balbín, Sonia Puente -decana del Colegio de Arquitectos de Asturias y moderadora-, Jaime Izquierdo, Rafael Menéndez y Fernando Rubiera. IRMA COLLÍN

El problema del área metropolitana del centro de Asturias es que no se ve. La sociedad no ve, tal y como ayer lo vio el economista Fernando Rubiera, que "mejoraría la vida" de todos hasta un nueve por ciento. La cifra puede no ser del todo exacta, pero es lo que a él le da el cálculo de incremento de productividad que generaría la sustitución del desorden por la integración, de la realidad actual por la edificación de una aglomeración ordenada en el eje urbano multipolar de la región. Para que se vea mejor, añadió, un nueve por ciento en diez años es "más de lo que Asturias ha crecido en los últimos treinta", significa pasar de estar por debajo de la media española a significativamente por encima. Pero no se ve. En el trío de problemas que impiden el desarrollo del área están, sostiene Rubiera, las discrepancias -"bastante irrelevantes"- entre los técnicos, los "intereses políticos" y, además, o sobre todo, este problema de "visibilidad" que ayer salió varias veces en la octava sesión del ciclo en el que desde el pasado octubre el Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea) y el Colegio de Arquitectos diseccionan conjuntamente el futuro metropolitano de Asturias.

Era una mesa redonda con profesionales de distintas áreas y la "visibilidad" salió varias veces. Rubiera desarrolló el trío de obstáculos después de mencionar las posibles ventajas y de responder con el área metropolitana a la evidencia de que esta Asturias envejecida, declinante y dispersa "necesita un nuevo proyecto, algo que vertebre todas las políticas", algo que le dé acceso a las redes de comunicación continental, que genere economías de aglomeración y escala, que ordene un crecimiento "invasivo", que integre los servicios públicos que prestan los ayuntamientos... ¿Un modelo? Bilbao, "que ya se ha comido Santander, que casi ha llegado a Llanes..."

Rubiera se detuvo un rato en el modelo actual de "movilidad ineficiente, insostenible e incómodo" en el que centró su intervención el arquitecto Marcos de Balbín, que definió la exigencia de su mejora como una tarea "estratégica" en una connurbación singular, policéntrica, con tres polos de atracción de actividad a los que conviene hacer funcionar como uno solo. Para eso es la respuesta la movilidad, entendida como la urgencia de acercar a las tres ciudades "en tiempo y accesibilidad" y de mirar hacia al ferrocarril, al tren que ya aparecía en los planes de Fomento para el periodo 2000-2007 con la doble potencialidad de reducir los desplazamientos a 15 minutos y ampliar los pasajeros de 12 a 24 millones al año. Mejor hacer eso con las cercanías, concluye De Balbín, que gastarse los millones en llevar el AVE de Pola de Lena a Gijón para dar servicio a un máximo de 1,2 millones de usuarios.

El geógrafo Rafael Menéndez, investigador del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (Cecodet) de la Universidad de Oviedo, hablaba con el respaldo de tres decenios estudiando la "Ciudad Astur" y el recuerdo, también, de haber trabajado para mejorar la "visibilidad" del área hacia el interior de Asturias y hacia el exterior, a España y a Europa. Observa "falta de ambición" en los documentos de ordenación del territorio que dirigen el porvenir y a la pregunta "por dónde avanzar" invita a integrar en el consorcio de gestión del área no sólo a administraciones, también a la Universidad y a "otros agentes, como las asociaciones empresariales de algunos sectores clave". Desea que el futuro de su funcionamiento no reproduzca "un foro político" y que enfoque en su lugar "un proyecto de desarrollo metropolitano" que desborde el cuatrienio de una legislatura para pasar a pensar "en el medio y el largo plazo".

"La ciudad nunca se entendió sin un campo vinculado", opuso Jaime Izquierdo desde su esquina de especialista en desarrollo rural. Clamó contra la ruptura del binomio trayendo a su discurso las dolientes certezas de que eso ha "descarrilado" en España, de que "en el resto de Europa hay más integración entre el campo y la ciudad", de que "Asturias puede ser definida como alguna ciudad y muchas villas en mitad de los prados". Por eso tampoco habrá futuro metropolitano, según su tesis, sin un campo en sus tres ejes: el periurbano, el intensivo y el más propiamente campesino, ese que "sujeta el paisaje".

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