El exportavoz del PP en Nava, José María Osoro, amenazó ayer con denunciar a la jueza Pilar de Lara, que instruye en Lugo el "caso Aquagest", al considerar que está investigado por hechos ya prescritos. Osoro, asesorado por el abogado Gonzalo Botas, pide la nulidad de las actuaciones al considerar, por un lado, que Vigilancia Aduanera no es el competente para investigarle, que se le ha citado irregularmente -llamaron a casa de su suegra para comunicarle la fecha de su declaración como investigado, el día 30- y porque sospecha que el motivo de su implicación es un viaje a Madrid "con amigos" para un partido de fútbol -pagado por Aquagest-, hechos que un Juzgado de Avilés ya archivó.

Botas indicó que, si se demuestra que ha sido llamado a declarar por este asunto ya archivado, se verán obligados a querellarse. "Ya ha sido denunciada por otros imputados y se acaban de presentar siete recursos", indicó Botas. Por ejemplo, J. L. M. R., gerente de Aquagest en Galicia, exige que se levante ya el secreto de sumario.

Osoro indicó que está a favor de perseguir la corrupción, pero en su caso, lleva cuatro años sometido a rumores, con el consiguiente daño a su familia, "y eso es también corrupción". "No tengo nada que esconder, mi patrimonio está ahí para verlo. No soy rico", indicó Osoro, quien admitió haber dejado la política el año pasado entre otras cosas por este asunto. Negó cualquier negociación cuando era teniente de alcalde para privatizar el agua. "Nunca se pensó, y menos cuando al estar el gobierno abocado a la minoría", señaló. Solo se hizo un estudio geológico de la red de abastecimiento, un contrato menor de 6.000 euros "que pasó todos los filtros". Osoro dijo tener una relación cordial con el presunto conseguidor de Aquagest, Joaquín Fernández, pero no íntima. "Nunca fui de vacaciones con él. Solo quiero que me investigue la Policía asturiana. No entiendo que me investigue un juzgado de Lugo. No me parece un ejemplo de justicia próxima", añadió.