"Nuria tiene cara de luna y la gente en ocasiones se para a mirarla por la calle..." es un fragmento de la historia de una niña con Síndrome de Down que hoy han leído los niños de infantil y Primaria del colegio Sagrada Familia de Oviedo. El centro es pionero en la integración de niños con necesidades educativas especiales. "Llevamos desde 1984, aquí nuestro objetivo es que los alumnos se integren y sean felices. Las competencias pasan a un segundo plano, heos tenido niños con mucho tipo de deficiencias y el recibimiento siempre ha sido muy bueno", explica Julia Jardón, directora del centro desde hace 31 años

Hoy Beltrán es el protagonista de este photocall que han organizado en el hall con motivo del Día Internacional del Síndrome de Down. Estudia 3º de primaria y es su primer año en el centro. Sus dificultades para la comunicación verbal no son una barrera en la relación con los compañeros.

"Se ha avanzado mucho en la integración de las personas con discapacidad pero queda mucho camino por recorrer. A veces vas con tu hijo por la calle y la gente se gira para mirarte o te dice la típica frase que alude a lo cariñosos que son estos niños, que es un tópico que todos los padres acabamos odiando", son las palabras de Inés Fernández, presidenta de la Asociación Síndrome de Down de Asturias. Romper los clichés es uno de los objetivos por los que trabajan. "Cuando se fundó la asociación era impensable que un niño con síndrome de Down pudiera ir a un colegio como éste".

La ayuda a las familias es uno de los ejes de la asociación, en Asturias engloban a 175. "Llegan con muchos miedos porque en ocasiones la forma en la que les comunican la noticia en el hospital no es la más adecuada", reconoce Ana Luque, psicóloga de la Asociación.

"Mi voz, mi comunidad" es el lema del día mundial del síndrome de Down. Lograr que sean independientes es el objetivo.