"La llingua forma parte de los intereses de Asturias, pero si no se tiene claro esto no se va a defender nunca". El filólogo y profesor de la Universidad de Oviedo Ramón D'Andrés participó ayer junto a la periodista de LA NUEVA ESPAÑA, Pilar Rubiera, al escritor Xuan Bello y al escultor Adolfo Manzano en la sesión de comparecencias de la Comisión Especial sobre el Régimen de Protección y Promoción del Asturiano. El escenario, la Junta General. El asunto, es decir, nuestra lengua, parece que interesa poco a sus señorías. La representación de Foro y del PSOE ni aparecieron. El diputado del PP no hizo preguntas.

El contexto favorecía, pues, a la reflexión de Xuan Bello sobre la llingua: "Existe cierto desamparo. En Asturias hay talento, se han hecho joyas literarias pero no tenemos tierra donde pisar". Desamparados, concretó, por la Administración. "La Lley de Uso pue dar tovía mucho de sí".

Nicanor García, diputado de Ciudadanos, lanzó una pregunta de calado: "¿Piensan que hay demanda fuerte de la sociedad civil en favor del Asturiano?". Y la cuestión dio para mucho.

"Fialo todo a la demanda social" no sirve, dijo Bello. "En este asunto el Parlamento asturiano podría hacer mucho más de lo que hace", añadió Pilar Rubiera, que está convencida de que "todo lo relacionado con la lengua asturiana es el movimiento cultural más importante de los últimos 40 años en esta región". "La sociedá no emburria lo suficiente. Imaxinemos que desaparecen el Sporting o el Oviedo, habría unes manifestaciones de espanto", señaló Ramón D'Andrés, para quien la sociedad civil "ye mucho más que la xente que ta en el chigre".

Nunca habrá unanimidad. Adolfo Manzano apuntó muy graficamente que "hay xente a la que no le importaría mucho picar el ídolo de Peña Tu pa grava".

Manzano fue crítico con la Ley de Uso del Asturiano. "Fue una meyora, pero en veinte años pa bien pocu valió. Y así tenemos la Llingua, que si non ta a puntu de morrer, poco-y falta".

Más críticas. Manzano alucinó cuando leyó la definición del Asturiano en el libro de texto de su hija, en segundo de la ESO: "Variedad dialectal del latín, que muchos de sus hablantes consideran una lengua". Ahí queda.

Aprender Asturiano es mucho más que "colorear una xana o pintar una castaña", dijo. "La escolarización ye muy deficiente" a juicio de Xuan Bello, mientras que Ramón D'Andrés reivindicó la especialidad docente del Asturiano: "Del 2000 es un informe jurídico que dice que la no oficialidad no es óbice para la especialidad". El filólogo no ve problema en la condición del Asturiano como lengua vehicular en Primaria. Pilar Rubiera apeló a la sensibilidad con una lengua que nos une: "Hay falta de amor a la tierra, de entender dónde estamos y quiénes somos. Es un problema de atención y generosidad".