El Gobierno regional parte de la base de que "no va a entrar en agravios comparativos con otras regiones", pero exige un "trato justo" para Asturias, después de que Mariano Rajoy anunciara esta mañana una inversión de 4.200 millones de euros para las infraestructuras catalanas, fundamentalmente el Corredor Meditarráneo y las cercanías ferroviarias. Según indicó Belén Fernández, consejera de Infraestructuras, el Gobierno central debe "responder con prontitud" a las demandas que le ha planteado la región a través de la alianza de las infraestructuras. Y debe hacerlo, subrayó, poniendo encima de la mesa "compromisos, calendarios concretos y presupuestos" para concluir obras tan "necesarias" como la variante ferroviaria de Pajares, la autovía de Oviedo a La Espina, el plan de vías de Gijón con la estación intermodal o el soterramiento de Langreo.

"En otros territorios hay soluciones y presupuestos, y aquí problemas y retrasos que se van acumulando", añadió Belén Fernández, que lamentó la posibilidad, adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, de que las obras de la Variante se detengan totalmente en junio si no arrancan ya los trabajos de la instalación de las vías. Además, afeó al Adif que consiga desbloquear en otras comunidades problemas como los que se dan en Pajares con la constructora Dragados.

Por su lado, Gaspar Llamazares, portavoz de IU, reclamó "el mismo trato" para las cercanías asturianas que para las catalanas, que van a recibir una fuerte inyección económica del Gobierno central. "Esperamos que el Ejecutivo de Javier Fernández lo exija en coherencia con el pacto de las infraestructuras", indicó.

Sobre el alcance político de las inversiones anunciadas esta mañana por Rajoy en Barcelona, Llamazares dijo: "Lo mejor es dar primero a cada uno lo que le corresponde en los presupuestos y abrir al margen una negociación sobre el estatus de Cataluña en España". A su juicio, "la política del palo y la zanahoria no es buena consejera. Ni las inhabilitaciones ni los presupuestos solucionan los problemas"