La colección de arte de Cajastur no se va a mover de Asturias y, además, será inventariada por la Dirección General de Patrimonio y Liberbank. Este es el compromiso que realizó ayer el presidente del Principado, Javier Fernández, en respuesta a una interpelación de la portavoz de Foro, Cristina Coto, que dio pie al debate más jugoso de la sesión plenaria celebrada en la Junta.

Empezó Coto por reclamar al jefe del Ejecutivo que hiciera una "excepción a su querencia al letargo", para evitar que "cualquier desaprensivo se lleve como trofeo a su despacho particular, a precio de saldo, el legado centenario de nuestra Caja". Para reforzar el argumento hizo hincapié en el "expolio" sufrido por la entidad, responsabilizando de ello a los "ahijados políticos de Fernández Villa", Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, y Javier Fernández. El Presidente, de mano, trató de tranquilizar a la forista, garantizándole que la colección se quedará en Asturias.

Después, Fernández tiró de ironía para destacar que el interés de Coto por el arte le hace "parecer una galerista", la profesión de María Porto, esposa del fundador y actual secretario general de Foro, Francisco Álvarez-Cascos. Por ese mismo camino, y acudiendo a un juego de palabras, añadió el Presidente: "Ni siquiera los asturcones, cuyas esculturas tienen sus cascos clavados en la plaza de La Escandalera, van a marchar de estampida como les apetecería oyendo determinadas cosas". Javier Fernández hacía referencia a las obras de Manolo Valdés vendidas a Liberbank por una galería en la que trabajó Porto. "Coloquen a Asturias por encima de egos tan profundos y húmedos como los túneles de la Variante", sentenció el jefe del Ejecutivo en su réplica a Foro.

Previamente, el Presidente se había enzarzado dialécticamente con Mercedes Fernández a cuenta de las inversiones del Principado en Gijón. La portavoz popular sostuvo que la ciudad más poblada de Asturias "tiene sin resolver problemas fundamentales", "después de demasiados años de triunvirato socialista" en los gobiernos municipal, autonómico y central. A la hora de poner ejemplos de "los retrasos, líos y paralizaciones" achacables al PSOE, Cherines citó la estación de autobuses, la ampliación del hospital de Cabueñes o la deficiente calidad del aire. Además, no dejó pasar la oportunidad para tirar una chinita a Fernández -al que acusó de "estar cada vez menos en Asturias y ocuparse cada vez menos de los asturianos"- a cuenta de su encuentro de ayer con Albert Rivera, presidente de Ciudadanos: "Es difícil hablar con usted, que sí atiende a otros con rapidez para hablar de Murcia", dijo en referencia a la moción de censura contra el presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez.

Replicó el Presidente con una primera alusión a las derrotas electorales de Mercedes Fernández en Gijón. Luego, aseguró que su "compromiso" con la ciudad "está, al menos, tan acreditado" como el del PP. Y para tratar de probar ese apoyo, aseguró que espera desbloquear la regasificadora antes de otoño y enfatizó los planes para ampliar el centro hospitalario de Cabueñes. Además, mostró cierta extrañeza por el interés del PP en Gijón: "Pensaba que lo tenían delegado en Foro".

Bastante menos apasionado fue el intercambio de pareceres con el portavoz de Ciudadanos, Nicanor García, al que Fernández reprochó su cercanía a la derecha, a cuenta de la educación y la justicia. El primero reclamó un esfuerzo para mejorar ambos ámbitos y el Presidente tiró de encuestas de satisfacción ciudadana para argumentar que "no estamos, ni mucho menos, tan mal".