Un "disparate", un "error histórico", "un mazazo al futuro" que alejará a Asturias de los grandes ejes de comunicación europeos. Una "barbaridad", un "escandaloso despilfarro de dinero público", una "hipoteca para el porvenir económico de la región durante un siglo". El Principado sacó ayer toda la artillería en el ataque contra el cambio de vías del Ministerio de Fomento en la Variante de Pajares. El Gobierno toma el desvío de Foro, acepta su petición de ancho internacional en los túneles de la Cordillera y eso, que hoy por hoy impide el paso de los trenes de mercancías, que obligaría a mantener abierta para ellos la vieja rampa de Pajares por falta de convoyes aptos para circular por los raíles propios del AVE, irrita a la consejera de Infraestructuras.

Belén Fernández se rebeló ayer con vehemencia contra la decisión de Fomento, anunció una petición de reunión urgente con el ministro De la Serna y una iniciativa en el Congreso que trate de explotar la precariedad parlamentaria del PP para revertir la situación. En el vagón de los contrarios al cambio de agujas del Gobierno van los sindicatos y toda la izquierda asturiana, Podemos también. Los populares asturianos guardan silencio y la patronal, firmante de la alianza por las infraestructuras donde se pedía tráfico mixto para la Variante, también.

Nunca como ayer el ancho de las vías había dejado de ser una especificación técnica de la obra de la Variante de Pajares para transformarse en controvertida decisión política de largo recorrido. La decisión asalta las vísperas del trámite parlamentario de los presupuestos generales del Estado, en el que el único voto de Foro es imprescindible para el PP por los azares de la aritmética parlamentaria y materializa, al decir de Belén Fernández, "la rendición de Mariano Rajoy al capricho de Francisco Álvarez-Cascos" a costa del "futuro económico de Asturias". Cortar el paso a los mercancías por la Variante despilfarra dinero público, sostiene la Consejera, porque "una infraestructura en que se han invertido 3.000 millones de euros merece optimizarse y el Ministerio opta por desaprovecharla limitándola en exclusiva a los viajeros, que no representan ni la mitad de los tráficos ferroviarios de esta comunidad". También "porque va a comportar un gasto de 145 millones en mejorar la actual rampa de Pajares, que va a requerir inversiones importantes y frecuentes para mantenerla en un estado básico, si no precario", y porque "al claudicar ante el dañino pacto con Foro, el Gobierno expulsa a Asturias de las redes transeuropeas de transportes al impedir que cumpla uno de sus requisitos básicos", la circulación de convoyes mercantes de más de 740 metros, imposible ahora por el ancho internacional.

Además de incrementar el retraso de la puesta en servicio y de aumentar la inversión, la medida afecta directamente al corazón económico de la región, sigue la Consejera, porque Asturias va a tener que seguir resignándose a "vagones más cortos y cargas más pequeñas" y obligando a los mercantes a hacer "un mayor recorrido con mayor consumo de tiempo y un encarecimiento de los servicios, que se tarifican por kilómetros lineales".

Belén Fernández también reunirá, dijo ayer, a la alianza por las infraestructuras que el Gobierno casi acaba de firmar con una sucesión de colectivos sociales y un único grupo político, IU, que también exteriorizó ayer su disgusto y no sólo con el Gobierno central. También con el del Principado. Su portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, denuesta también el "despilfarro" y añade, perplejo, que "resulta inaceptable que después de un acuerdo amplio en Asturias sobre la Variante sean el PP y Foro los que retrasen aún más esa obra".

Esa obra tropieza, interpreta, contra la "obsesión" de Foro por el ancho de las vías, y "cuando las obsesiones entran por la puerta, las prioridades salen por la ventana". Sabe que el debate sobre la distancia de los raíles "no añade nada a la velocidad ni al tiempo, porque las distancias son las que son, pero sí entorpece el objetivo final de conectar Asturias", y le sorprende además, o sobre todo, que un solo voto en el Congreso tenga aquí más peso que todo el Gobierno del Principado. "Llama la atención que un diputado que da la mayoría presupuestaria al PP pueda más que una comunidad autónoma y que un presidente que le ha permitido gobernar. Hay que pasar ya a la exigencia", remata Llamazares en dirección al Gobierno regional: "No vale con grandilocuencia y declaraciones tronantes".

Mientras el PP calla, Foro celebra y el PSOE saca el látigo, Ciudadanos ve compatibles con las de Foro sus exigencias para la Variante y Podemos observa con estupor que "al parecer, Álvarez-Cascos ha sacado más partido a su único diputado en Madrid que Belén Fernández a su rimbombante alianza social y Ciudadanos a sus 32 escaños en el Congreso". Y eso, que también interpreta en estos términos el diputado Héctor Piernavieja, "no es una buena noticia para Asturias, que ve cómo un capricho personal de Cascos se impone al sentido común. Quienes siguen creyendo que un AVE en cada casa es sostenible comprometen la economía de Asturias".

En su propio tono de crítica, el diputado socialista en el Congreso Antonio Trevín lamenta que "los amores reñidos entre el PP y Foro" demorarán aun más la ya indefinida fecha de entrada en servicio de la Variante, que ahora, al decir del parlamentario, "será realidad un indefinido año de la tercera década de este siglo".

Los sindicatos asturianos defendieron ayer la necesidad de que la Variante tenga tráfico mixto para mejorar la actividad económica de la región y facilitar el paso de las mercancías hacia la Meseta. El secretario general de CC OO, Antonio Pino, aseguró que "Asturias sigue aislada y necesita un ferrocarril del siglo XXI que no valga solo para unos pocos privilegiados por lo costoso que resultaría. Pero lo único que hay son retrasos y sobrecostes". Mientras que el líder de UGT, Javier Fernández Lanero, apuntó que "da la sensación que nadie piensa en lo que de verdad necesita el Principado, hacer esta gran inversión para que luego no puedan pasar los trenes de mercancías es absurdo".