Convencido de que la Constitución necesita "una mejora" pero no una ruptura. Albert Rivera (Barcelona, 1979), presidente de Ciudadanos, está dispuesto a poner hilo en la aguja para tejer esa reforma, pero sin urgencias. Tarea "para una década", prevé este culé confeso, que se enteró de la remontada del Barça ante el París Saint Germain a través del wasap porque dejó de ver el partido cuando se puso 3-1, aunque su padre no se perdió detalle en el Camp Nou. Viene a Asturias "más de lo que muchos se imaginan", repite a menudo.
-A Cristóbal Montoro se le ve bastante tranquilo estos días en el Congreso. ¿Está hecha la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado?
-Si un Gobierno trae los Presupuestos al Congreso supongo que los tienen negociados y atados con el resto de grupos. Estoy satisfecho porque Ciudadanos ha sacado más partidas para políticas destinadas a las clases medias.
-¿Hubiese peligrado la aprobación si el PP no contase con el voto de Foro?
-Los Presupuestos al final pueden estar en un escaño. Cada voto va a contar. También Ciudadanos ha pedido al Gobierno que tenga en cuenta la Variante de Pajares, el Corredor Atlántico y el Corredor Mediterráneo. Es un acuerdo de investidura, no se hará todo en el primer año pero sí queremos que la voluntad en inversiones productivas se palpe ya en los Presupuestos de 2017.
-Usted ha dicho estos días al PSOE asturiano que hacen falta menos cartas a los Reyes Magos y más votos para sacar adelante proyectos como la Variante. ¿No es pedir demasiado tras la abstención que permitió la investidura de Mariano Rajoy?
-Yo voté a favor, imagínese. No es pedir demasiado. Los partidos no nos podemos acomodar en nuestras cuestiones internas.
-Pero las primarias del PSOE están a la vuelta de la esquina, con el partido dividido por aquella abstención.
-A mí las primarias del PSOE, con todos los respetos, me importan poco. Me importa España. Ciudadanos ha jugado un papel decisivo para la investidura y para los Presupuestos, no sólo en el ámbito nacional. Javier Fernández ha tenido el apoyo de Ciudadanos en Asturias, como Susana Díaz en Andalucía. Estamos legitimados para pedir al PSOE que actúe con responsabilidad y, por los menos, no bloquee los Presupuestos.
-Dice que facilitar acuerdos está en el ADN de Ciudadanos. ¿No le importa pagar el precio de la Triple Alianza que le imputa Pablo Iglesias?
-A Pablo Iglesias no le escucho demasiado cuando hace este tipo de proclamas. Ciudadanos puede marcar un giro para propiciar políticas más innovadoras y a la vez más justas en lo social. En cambio, las políticas de Podemos no salen, sus leyes no se aprueban y no influye en los Presupuestos. En un parlamento fragmentado es más útil negociar y llegar a acuerdos que hacer proclamas y no conseguir ningún cambio.
-Usted defendió que era mejor no ir a unas terceras elecciones porque el PP ya no podría hacer lo que le diera la gana en el Congreso. ¿Cómo va el marcaje al Gobierno popular?
-Hay que estar muy encima de ellos. Lo reconozco. Son un partido inmovilista, con mucha corrupción debajo de la alfombra y Rajoy es el inmovilismo en persona. Hemos demostrado que allí donde el PP no quiera llegar a un acuerdo, vamos a hacerlo con una mayoría alternativa, como se ha visto en la comisión de investigación del caso Bárcenas. El PP y el PSOE deben asumir que España ha cambiado, ahora nadie quiere mayorías absolutas y los españoles prefieren negociación, acuerdo y cambios.
-¿Se esperaba el giro, a última hora, del PP?
-Fíjese, con la que liaron y la prepotencia que hemos visto, recomiendo al PP que en vez de resistirse a cumplir la palabra dada, la cumplan. Es una lección para todos. Si el PP cumple, como en el acuerdo de los Presupuestos, todo será más fácil.
-¿Será una legislatura larga?
-Ya dije al principio de esta legislatura que iba a durar más de lo que la gente creía inicialmente. Todo el mundo decía que tres meses o seis meses nos íbamos a las urnas otra vez. Si el PP cumple será larga. Si el Gobierno cumple con los Presupuestos, Ciudadanos los apoya; si el Gobierno cumple el pacto anticorrupción, Ciudadanos lo saca adelante. Si vamos cumpliendo, no tengo por qué pensar que la legislatura acabe pronto. Con el Presidente del Gobierno discreparemos en otras cuestiones pero coincidimos en que la estabilidad es importante para un país. Decirle a España y a Europa que gobierne quien gobierne éste es un país estable es un buen síntoma de madurez política y democrática.
-Es de suponer que Ignacio Prendes le tiene al corriente de la trascendencia para Asturias de la Variante de Pajares. ¿El acuerdo de investidura Ciudadanos con el PP es compatible con el que firmó Rajoy con Foro?
- Creo que sí. Ambos tienen el punto común de impulsar esa actuación. Tan importante es la Variante de Pajares como el Corredor del Mediterráneo porque son inversiones productivas necesarias para nuestras mercancías, nuestros productos y para los pasajeros. Ciudadanos pide que en esta legislatura, de cuatro años, haya inversión permanente hasta que se acabe la Variante. Es verdad que Pajares tiene otro componente, el problema con la constructora, que es una cuestión judicial-jurídica a resolver.
-¿La Variante se acabará en esta legislatura, aunque los plazos no dependan de Ciudadanos?
-Me gustaría pensar que sí. Con 32 escaños desde la oposición, uno presiona pero al final estamos en manos del ministro de Fomento y de Montoro. Igual que el Gobierno ha manifestado su voluntad de acabar el Corredor Mediterráneo finalmente en 2020, espero que también cumpla y podamos redondear el plan de inversiones productivas.
-¿Se soluciona el problema de Cataluña con 4.000 millones de inversión y la quita parcial de la deuda?
-La familia Pujol ya quería construir una nación catalana hace 35 años y eso se ha utilizado en los medios de comunicación públicos, en la educación, en las subvenciones, las redes clientelares y la corrupción. No vamos a deshacer eso en un cuarto de hora pero sí se debe poner sobre la mesa una agenda que nada tienen que ver con cuestiones identitarias, como las inversiones, la ley de financiación autonómica o la flexibilización de pagos de la Generalitat. Hay que romper el debate identitario.
-¿El Estado ha tenido abandonada a Cataluña?
-El error del Estado ha sido confundir Cataluña con el nacionalismo catalán. Los catalanes no separatistas nos hemos sentido abandonados políticamente porque el Estado entregaba las competencias, el dinero, la financiación, los controles de la corrupción, todo, a la familia Pujol y a Convergencia. Por suerte, estamos visualizando una oposición al nacionalismo con Inés Arrimadas. Vamos seguramente a unas elecciones catalanas donde la dicotomía estriba en si el presidente es Junqueras o Inés Arrimadas, y si el bloque mayoritario es independentista o no nacionalista.
-¿Está fallando la política en la cuestión catalana?
-El nacionalismo ganó mucho terreno por omisión del Estado. Escuchamos treinta mil veces "España nos roba" y cómo desde Cataluña culpaban al resto de españoles de sus problemas de financiación cuando quien robaba era Pujol y Convergencia. El Estado no reaccionó, no hubo una batalla intelectual, política o económica a esas palabras. Se permitió que el victimismo calara en la sociedad. Vamos tarde, pero más vale tarde que nunca.
-¿Cuál es su fórmula frente al independentismo?
-El gran objetivo es que el independentismo no sea mayoritario y que haya un proyecto común español moderno, atractivo, con futuro; sabiendo que siempre habrá un 25 o un 30 por ciento de catalanes que desde la Transición se han declarado independentistas y con los que tienes que convivir.
-¿La reforma electoral es una de las prioridades naranja en Asturias y en España?
-En el siglo XXI los votos son de los ciudadanos y no de los territorios. No tiene sentido que en una misma provincia los votos valgan distinto en función de dónde vives. Es urgente modernizar nuestro sistema electoral. Queremos el desbloqueo de las listas. Tras 40 años hemos conseguido que se abra una ponencia para una ley electoral nacional. Vamos a tener a la par dos debates, el de la reforma asturiana, con algunas trabas jurídicas que están surgiendo, y el nacional. Espero que en las próximas elecciones Asturias y España puedan ir a votar una ley en la que podamos escoger personas y no sólo partidos.
-¿Cómo va el estado de salud de Ciudadanos en Asturias?
-Estoy contento con los resultados electorales, que no dejan de ser un termómetro. Conseguimos un 8,5 por ciento en las autonómicas y se fue al 14 por ciento en las generales. El partido evoluciona, estamos cogiendo experiencia en la oposición. En las elecciones de 2019 me gustaría ser decisivo y que Ciudadanos pudiera ser parte de un gobierno en coalición, sensato y razonable. El objetivo es crecer, consolidar y participar ya en la toma de decisiones, no sólo pedir cambios al Gobierno. Es un objetivo tangible y realizable.
-¿Ha engarzado bien la militancia procedente de UPyD?
-Bastante bien teniendo en cuenta que ha pasado muy poco tiempo. Es un proceso de suma, como el que se dio en la Transición con UCD. El modelo de UPyD se agotó. Yo no aspiro a ser cabeza de ratón en un partido pequeño, aspiro a hacer un partido muy grande, con mucha gente y mucho talento para gobernar España. Es un proceso de fusión lógica. En nuestro grupo parlamentario están Nacho Prendes, Toni Cantó, Fernando Maura, Marta Martín. Si alguien entra en política, lo más lógico es que proceda de quien piensa muy parecido a ti.
