Mercedes Fernández defiende el cambio de vía del PP en la Variante de Pajares sin responder a la pregunta por sus repercusiones, esquivando el debate sobre si el paso a ancho internacional retrasará su puesta en servicio, encarecerá la obra o tendrá algún impacto sobre la competitividad económica de la región. En su comparecencia para defender los presupuestos generales del Estado, la presidenta de los populares asturianos orilló ayer dos veces la pregunta sobre los efectos que espera de la decisión de Fomento.

De puntillas por encima de la polémica, Mercedes Fernández evitó responder remitiéndose a su demanda de un tren "como los del resto España", de un AVE puro que "no será tan malo cuando todo el mundo lo quiere" y que de no tenerlo condenaría a la región a ser "los únicos que tendríamos un sistema diferente". El PP defendía hasta el viernes precisamente un sistema diferente, la Variante en ancho ibérico convertible a internacional mediante traviesa polivalente que también hasta entonces promocionaba Fomento. Nada dijo sobre si el cambio de sistema demorará la obra, nada sobre su posible encarecimiento, nada a la pregunta de si la economía de la región se resentirá si los trenes de mercancías no pueden cruzar Pajares por la Variante y deben seguir usando la vieja rampa del siglo XIX. Sólo una defensa férrea del cumplimiento de "la palabra dada" en el pacto electoral con Foro, una expresión de sorpresa a la vista de que sus detractores conviertan en "un demérito" su demanda de un tren "como los de demás" y una carga en recuerdo de que "el socialismo nunca quiso la Variante. Se nota tanto que resulta casi obsceno", remarcó.

La presidenta popular venía de defender "el esfuerzo" de los presupuestos y de relativizar su descenso inversor, de más del 31 por ciento en Asturias, derivando la valoración hacia sus virtudes como las cuentas "más sociales de los últimos tiempos". "En Asturias, y no gracias al esfuerzo del socialismo", afirma, "tenemos obras concluidas, como la Autovía del Cantábrico, así que no podemos seguir comparando y analizando por qué no igualamos las cantidades" de otras épocas. En las cuentas, asume, "el gasto social representa el 56 por ciento y esto va en detrimento del gasto en materia inversora. Nos habría gustado que la inversión en Asturias fuera mayor, pero también nos gustará que tengan una gestión eficiente".

Fernández blandió la inversión per cápita, en la que Asturias está por encima de la media nacional, y se dijo convencida de que "habrá acuerdo" para que Foro vote a favor pese a las reticencias que ha manifestado. La diputada Susana López Ares utilizó su turno de defensa para hacer ver que el Gobierno propone "un presupuesto que se centra en las personas". "Sin subir impuestos", matiza, "ni disminuir el gasto" siempre que éste se compare no con el presupuestado sino con el ejecutado en 2016. Al analizar la inversión, invitó a comprender que las cuentas serían para apenas seis meses y que eso "tiene mucho que ver con las cantidades".