La organización SEO- Birdlife sostiene de que los ejemplares de cormorán grandes no son la causa de la disminución de las poblaciones de peces en los ríos, y la eliminación de estos ejemplares -como defienden desde algunos colectivos- podría contravenir la legislación europea, resultando, por tanto, una medida ineficaz.

La ONG defiende que el último censo nacional de cormorán grande realizado en 2012 pone de manifiesto un declive de algunas poblaciones, especialmente en el norte y este de Europa y un desplazamiento de algunas poblaciones reproductoras hacia el sur y occidente del continente. Asimismo, atribuyen al estado de los ríos la disminución de peces. "Se debe evitar la contaminación de los cauces, eliminar los obstáculos que impiden el desarrollo del ciclo biológico de los peces, la destrucción de los frezaderos y reducir la presión sobre sus capturas", afirma Nicolás López, responsable de especies de SEO-Birdlife.

"La solución satisfactoria no es matar cormoranes sino conservar nuestros ríos en el mejor estado posible", argumenta el biólogo.