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La Variante militar

El comandante asturiano Muñiz Aza presentó en 1954 un primer proyecto de túnel de Pajares para garantizar la defensa de los puertos ante un ataque naval

El boceto original del comandante de ferrocarriles Fernando Muñiz Aza para la variante de Pajares. BIBLIOTECA NACIONAL

El primer proyecto de variante de Pajares del que los expertos tienen constancia es de 1954 y se concibió con el objetivo de garantizar el acceso a la región de los ejércitos españoles para defender los puertos marítimos de un hipotético ataque naval enemigo. El autor de la propuesta, Fernando Muñiz Aza, asturiano y comandante de ingenieros del servicio militar de ferrocarriles, consideraba que los "frecuentes" cortes "de ocho o diez días" que la nieve o la niebla provocaban en la carretera y el paso ferroviario por el puerto de Pajares podrían resultar fatales para el interés patrio en caso de guerra, por lo que, desconfiando de la eficiencia de las máquinas quitanieves, diseñó un trazado alternativo entre Asturias y la Meseta. Iba desde Puente los Fierros a Pola de Gordón, con un gran túnel de 15 kilómetros de longitud y 17 milésimas de rampa entre San Miguel del Río (Lena) y Carbonera (León). El paso subterráneo tendría dos tubos, como el de la Variante ya excavada, pero uno para el ferrocarril y el otro para la carretera.

En lo que hoy, visto lo visto en Pajares, parece un cálculo excesivamente optimista, el comandante Muñiz estimaba un plazo de ejecución para las obras de su Variante de "unos cuatro años". Contaba con utilizar "los últimos adelantos que la técnica moderna ofrece, tales como perforadoras eléctricas automáticas, que con el empleo de oxígeno líquido como explosivo y las correspondientes máquinas extractoras, permiten avances en galería del orden de los 75 metros diarios". Tampoco parecía muy bien encaminado este pionero a la hora de valorar la posible incidencia de las aguas, "gran enemigo en la construcción de esta clase de obras", a la hora de ejecutar el túnel. "No creemos sean muy abundantes, ya que la traza no corta a ningún curso de agua importante y solamente lo hace con algunos arroyos y a gran profundidad. Pero aunque fueran abundantes, con los medios que hoy existen para achicarlos, no sería ningún problema", apuntó el ingeniero en una publicación de abril de 1954 en la que da cuenta de sus planes.

La ejecución del túnel de la Variante que se abrió entre 2004 y 2009 afectó a un gran numero de acuíferos en la Cordillera, generó un trasvase de los cauces fluviales leoneses hacia Asturias y provocó unas filtraciones de agua al interior de los tubos que solo se controlaron tras 250 millones de euros de inversión.

El comandante Muñiz tampoco esperaba mayores complicaciones con el tema de la ventilación del túnel, otro de los asuntos "críticos" para la apertura de la Variante del siglo XXI. "Esperamos que dado el desnivel de 260 metros existente entre ambas bocas, ésta se produzca naturalmente; quizás sea necesario recurrir a la ventilación artificial en el túnel de carretera por la acumulación de gases procedentes de los motores de combustión y en particular los de aceite pesado, pero esto tampoco constituye un problema insoluble, ya que se aplica con éxito en varios túneles del extranjero", dejó escrito Muñiz.

"Para tener una vaga idea" del presupuesto, el ingeniero calculaba que el kilómetro de túnel saldría por unos 20 millones de pesetas (120.000 euros) y que el de cielo abierto costaría 10 millones de pesetas. "Como son dos túneles gemelos de 15 kilómetros, éstos nos importarían los 600 millones. Más 17 kilómetros de accesos, hacen un total de 770 millones de pesetas", apuntaba el autor del informe. No se le escapaba que esos 4,6 millones de euros al cambio actual sin matiz eran una importante cantidad, aunque muy por debajo de los 3.500 millones de la Variante actual. Sin embargo, Muñiz creía que era un gasto justificado por los enormes beneficios que reportaría al transporte y a la seguridad de "objetivos apetitosos para el enemigo" como las "factorías asturianas".

"No olvidemos que el trazado actual del ferrocarril es en vía sencilla y con bastante distancia entre las estaciones, lo que unido a la poca velocidad que pueden llevar los trenes, porque el trazado no permite aumentarlo, se prevé en un futuro próximo un grave embotellamiento de tráfico", argumentaba hace 63 años el comandante Muñiz, adelantando un debate que hoy sigue muy vivo.

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