Técnicos y ferroviarios consultados por este diario durante los últimos días, en relación a la polémica por las vías de la Variante, coinciden en que el Gobierno regional y la sociedad asturiana deberían presionar " a fondo" al Ministerio de Fomento para que destine a la ruta Gijón-Madrid al menos uno de los nuevos trenes AVE de la gama "Avril" que Renfe ha encargó a Talgo, dotándole de la tecnología de ancho variable para la que este modelo está diseñado. El "Avril", capaz de circular indistintamente por trazados de ancho ibérico (Renfe) y estándar (AVE) con solo pasar por un intercambiador, tal y como hace el Alvia, es el único tren de muy alta velocidad (350 kilómetros por hora) que podría llegar ya a Oviedo y Gijón por la actual vía. Y ello con independencia de la solución que finalmente se decida para la Variante, y teniendo en cuenta, además, que el cambio de ancho ibérico a estándar del tramo ferroviario de Lena a Gijón todavía tardará muchos años, si es que algún día se lleva a cabo.
Según calculan los técnicos, la entrada en servicio del "Avril" en el corredor del Principado a Madrid acortaría en una media hora el tiempo de viaje, ya que se trata de un modelo que superaría en 100 kilómetros la velocidad punta del Alvia (250 km/h) en el tramo que va desde León a la capital de España. Por las características orográficas del centro de la región, la duración de desplazamiento a Madrid en el "Avril" sería muy similar a la de un AVE "puro". Poco más de dos horas y media desde Oviedo y menos de tres desde Gijón, una vez que entre en servicio la Variante, quede erradicado el "fondo de saco" de León y se instale el sistema de control de la circulación ERTMS (Ave) en el trazado por la Meseta.
El principal problema para que Asturias cuente con uno de estos trenes es que la primera remesa de quince unidades encargada por Renfe a Talgo, a entregar dentro de un par de años, no tiene previsto el dispositivo de ancho variable necesario para que estos convoyes puedan llegar a Oviedo y a Gijón por la vía actual. Los especialistas consultados abogan porque Asturias presione para que al menos uno de los trenes sea de rodadura desplazable o para garantizar que sí cuenten con esta tecnología las unidades de futuros encargos. La previsión de Renfe es comprar treinta trenes.
