"No sé si al final seré un pringado o un ladrón, pero tengo la conciencia tranquila: no he robado un solo euro al Infide, no he gastado en otra cosa que no fuesen actividades del Infide y en lo que me mandó el SOMA", aseguró ayer el exgerente de la fundación Infide, Pedro Castillejo, poco antes de que se supiese que la juez daba por concluida la instrucción del caso y daba un plazo de diez días a las partes para pedir la apertura de juicio oral. En su caso, el SOMA le acusa de llevarse crudos 119.000 euros. Castillejo denuncia que la negativa de la juez a que el SOMA facilite su contabilidad, le deja totalmente indefenso. "Necesito esa contabilidad para demostrar los gastos. Quiero que se haga una verdadera auditoría del SOMA y del Infide. ¿Por qué no quieren hacerla?", se preguntó quien fuera mano derecha de José Ángel Fernández Villa, al que por otro lado asegura no haber visto desde junio de 2014. Preguntado directamente por lo que sintió al conocer que Villa había legalizado 1,4 millones en la amnistía fiscal de 2012, explicó que se había sentido como si un amigo hubiese cometido algo muy grave: "No apruebo lo que hizo, pero sigue siendo mi amigo. Yo lloré".

Castillejo deslizó que, a la vista de los números del informe que figura en la ampliación de la querella del SOMA, en este sindicato ha habido movimientos que evidencian una contabilidad paralela. Y es que "parte de la documentación que entregué al gestor económico del Soma y del Infide (Juan Cigales) no está en la contabilidad de la Fundación, sino en otra, para justificar otras cosas", aseguró.

Castillejo está valorando presentar denuncias por manipulación y falsedad de pruebas documentales y testificales, ya que se le imputan gastos que no reconoce como suyos y ha advertido irregularidades palmarias, como por ejemplo la contabilización de 496.000 euros para sueldos en el SOMA, unas cantidades que no se explican en una organización que en esa época no tenía ya actividad sindical alguna. Según ha indicado, figura además en los gastos atribuidos al Infide una partida cobrada por Juan Cigales por gastos de representación de José Ángel Fernández Villa. "Pero no me consta que José Ángel haya pasado un solo gasto al Infide", indicó.

El exgerente del Infide se presentó como una víctima. "¿Tenemos lagunas mentales? ¿Necesitamos todos un neurólogo? ¿Nadie se acuerda ya de nada? ¿Comía yo solo en las sidrerías?", se preguntó. "Esta denuncia pretendía destruir mi imagen y ya lo ha conseguido. Y a mi familia le está haciendo un gran daño", sentenció.