La intensa niebla causó verdaderos estragos entre los cientos de visitantes que se acercaron en la mañana del Viernes Santo a los Lagos de Covadonga, pues apenas pudieron disfrutar de tan bucólicos parajes.

Más de 3.000 usuarios habían utilizados los servicios del Plan de Transporte al corazón de la vertiente canguesa del parque nacional de los Picos de Europa, en torno al mediodía, cuando la niebla propició una auténtica desbandada de los turistas rumbo hacia el área de servicio de Buferrera para tomar los autobuses de regreso hacia Covadonga y Cangas de Onís.

Puntualmente se formó una larguísima fila de viajeros -quizás medio millar de personas- a la espera de los correspondientes buses del operativo, mientras algunos mostraban impaciencia por la demora en recogerlos.