La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ÁNGEL RICARDO | Fotógrafo | Memorias y 2

"A mi hijo le insté a estudiar antes de ser fotógrafo: es ingeniero, pero tiene buen ojo"

"Cubriendo una manifestación en Oviedo contra la guerra de Vietnam la Policía me requisó las películas y tuve que ir a Comisaría"

Ricardo fotografía la Cruz de la Victoria (1982). ÁNGEL RICARDO

Maestro de fotógrafos, Ángel Ricardo se resiste a colgar la cámara. A sus 69 años, el ovetense sigue en activo, aunque en su mochila atesora ya infinidad de recuerdos y anécdotas. En esta segunda parte de sus "Memorias", Ricardo relata sus peripecias para captar las manifestaciones de los últimos años del franquismo y la Transición democrática.

"Asturias Semanal". "Yo fui el fotógrafo de 'Asturias Semanal' desde que se fundó en 1969 hasta que dejó de publicarse, en 1977. También trabajaba para otras publicaciones, como 'Barra Libre', que dirigía César Álvarez, y 'Yatros', que la llevaba Evaristo Arce. En la época de 'Asturias Semanal' era complicado hacer fotos de las manifestaciones, porque los manifestantes no querían salir en las fotos y de la Policía había que correr porque daban palos a quien cogiesen por delante. Cuando las manifestaciones contra la guerra de Vietnam daban hasta a los ancianos. Hubo una muy grande en el paseo de los Álamos, la cubríamos Javier Ramos y yo, y la Policía me quitó las máquinas. Después de insistir mucho les dije que les daba la película pero que me dejasen las máquinas. Me las devolvieron y al día siguiente nos mandaron a Ramos y a mí pasar por Comisaría. El comisario nos echó una gran bronca, a Javier Ramos más que a mí, y nos dieron la película revelada, quitando las fotos que ellos no querían que salieran".

Fuerza Nueva. "Otra vez fui a cubrir un mitin de Blas Piñar, también para 'Asturias Semanal', en el cine Ayala. Por alguna razón, la Policía no podía entrar dentro del cine. En el vestíbulo, un grupo de simpatizantes de Fuerza Nueva cogió a un chaval, no sé por qué razón, lo rodearon, lo empezaron a empujar, lo tiraron al suelo y le empezaron a dar patadas. Yo estaba allí y los mismos tipos me pidieron la documentación. Pregunté: '¿Quiénes sois vosotros para pedirme la documentación?'. Me rodearon, igual que al otro chaval, y empezaron a empujarme. Entonces Rafa Avello, que lo vio, fue a la Policía, que no podía entrar, y fue a buscar a alguien de Fuerza Nueva al que conocía. Pero yo, viendo lo que le pasó al otro chaval, les di mi cartera con toda la documentación. Y tuve la suerte de que tenía dentro un permiso del Pardo para hacer fotos al Generalísimo, porque Faustino Álvarez y yo le íbamos a hacer un reportaje para 'ABC' pescando en el Sella. El reportaje no se llegó a hacer, pero aquel permiso fue lo que me libró de recibir una paliza, porque para cuando Rafa Avello pudo llegar con ayuda, ya podría tener todos los dientes fuera".

Arte. "Ilustré varios libros relacionados con el arte. Hice fotos de las joyas de la Cámara Santa, de las cruces y del Arca, para el 'Libro de Oviedo'. Después esas fotos sirvieron para la restauración de las joyas: Carlos Álvarez las usó como referencia porque tenían mucha calidad, estaban hechas con cámara de gran formato, de placa, de 10 por 12,5, que era el tamaño de los negativos. Con ellas se hizo después una exposición en la girola de la Catedral. También me encargaron hacer las fotografías de la colección privada más importante de este país, que es la Colección Masaveu. Además, fui fotógrafo de la Fundación Príncipe de Asturias desde su creación; del Parlamento durante 22 años, desde que llegó la democracia hasta hace tres años, y de Presidencia del Principado".

Digital. "El cambio fue grande. Cada día que pasa, la información, sin tener que desplazarse uno para llevarla consigo mismo, llega al instante a cualquier sitio. Antes nos movíamos en taxis y yo había meses que entre LA NUEVA ESPAÑA y la revista andaba alrededor de 3.000 kilómetros por Asturias. Con el digital, profesionalmente, el trabajo ha bajado para todos, y la gente ha dejado de entender de calidades: lo único que entiende es de precios. Y accedió mucha gente a la profesión sin tener conocimientos suficientes. Y muchísima gente no sabe valorar un buen trabajo fotográfico".

Oviedo. "La gente cada vez es más individualista: ahora en una casa de 30 vecinos nadie sabe quién es el vecino, ni en qué trabaja. Antes cualquier vivienda del edificio era casi tu propia casa. Y eso, extrapolándolo a la ciudad, pasa un poco lo mismo. Pero comparando Oviedo con otras ciudades, se mantiene una diferencia, porque Oviedo sigue siendo una ciudad superacogedora, cómoda, donde la gente se sigue conociendo".

Familia. "En todos estos trabajos, hacíamos un equipo mi hermano José Luis y yo. Él está ahora jubilado, pero siempre hemos trabajado juntos los dos. Y mi mujer, Aurora, ha sido mi gran apoyo. Tenemos un hijo, Ángel Ramón: cuando era joven la fotografía le llamaba la atención, pero yo le decía que si quería ser fotógrafo que adelante, pero primero que hiciera una carrera. Así que hizo una Ingeniería, en telecomunicación, y ahora vive en Washington, por su trabajo. Pero tiene una visión fotográfica muy buena".

Compartir el artículo

stats