El Suroccidente y el Oriente asturianos siguen con angustia las labores de extinción de los incendios forestales, que se reproducen con facilidad en zonas repobladas por la sequía, las altas temperaturas y el viento. En estos momentos hay 39 incendios forestales en 24 concejos de la región. Ayer, el fuego había cruzado ya la frontera de Ibias camino de la reserva natural de Muniellos, donde había una gran concentración de activos y medios aéreos para intentar controlarlo y evitar su expansión.

La noche del viernes al sábado fue muy complicada para los equipos de extinción. A última hora de la tarde las llamas cercaban el Suroccidente y el Oriente de Asturias, aunque los 39 incendios que estaban activos en ese momento se repartían por casi toda la geografía regional. En la mañana de hoy se había logrado rebajar la cifra a 30 de incendios forestales en 18 concejos de la región pero a lo largo de la jornada se han reavivado las llamas.

El esfuerzo tuvo su recompensa, y por la mañana el número de focos se había reducido a 16. Pero la satisfacción fue un espejismo. A medida que avanzaba la jornada las temperaturas fueron subiendo y en algunas zonas se registraban rachas de aire que provocaron, de nuevo, la combinación perfecta.

Las llamas se reavivaron en muchos puntos de la geografía regional y la situación se volvió especialmente complicada en Grandas de Salime, donde la orografía y la densidad del humo provocado impedían que actuaran tanto los medios terrestres como los aéreos. Las zonas afectadas por el fuego habían sido repobladas reciente.

También se vivieron momentos de preocupación en Illano. Su alcalde, Leandro López, indicó a primera hora de la noche que los fuegos en su municipio estaban controlados, pero "estamos muy preocupados, angustiados, porque quizás se vuelvan a reproducir. Hay bastante repoblación y las zonas más preocupantes son, entre otras, las de Navedo y Villar de Bullaso". Según explicó, "con la sequía se complican mucho las cosas para poder controlar las llamas. Las altas temperaturas y el viento provocan que los fuegos puedas reproducirse, y para mañana anuncian también calor y viento. Es para estar angustiados", señaló.

El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, visitó ayer este concejo y mostró su preocupación especialmente por Grandas de Salime y Navedo.

Allande también vivió ayer una jornada complicada, con dos incendios importantes en Bustantigo e Iboyo, aunque el sábado llegaron a ser cuatro, en Villalaín, Bustantigo, El Mazo y Puerto Palo a Pomar. El alcalde, el socialista José Antonio Mesa, ligó recientemente la oleada de incendios a la eliminación del acotamiento al pastoreo en las zonas quemadas, que se aprobó en el parlamento asturiano en marzo.

Otra de las zonas que despertó mayor preocupación y angustia fue la de Ibias. Un incendio que se inició en una cuneta de la localidad de Omente ascendió por la ladera del monte que limita con Cangas del Narcea y en cuya cumbre se considera el inicio en esa zona de la reserva natural de Muniellos. Después de pelear contra las llamas desde el aire durante todo el viernes y el sábado, ayer por la tarde el fuego alcanzó la zona más alta y cruzó "la frontera".

Fuentes del Servicio de Emergencias del Principado indicaron que "las llamas sobrepasaron la cumbre unos metros. Se trata de zona rocosa y se está intentando controlar el fuego con los medios aéreos para evitar su expansión". También señalaron que "un amplio dispositivo está actuando en la zona".

La situación en el Oriente fue ayer, con cuatro focos, mejor que el viernes, cuando se registraron una decena de incendios forestales con centenares de hectáreas calcinadas en los montes costeros situados entre Purón y Posada.

En muchos casos los incendios se van extinguiendo al consumirse el matorral que arde, pero en otros se dan por controlados y el viento junto con las altas temperaturas los puede reavivar.