Cuando Agustín Cernuda, Isabel García, Ana Belén Martínez y Alejandro Hernández, los cuatro primeros titulados en Ingeniería Informática -implantada hace ahora 25 años en Asturias-, finalizaron su etapa universitaria, entendían que estos estudios no se encontraban lo suficientemente consolidados ni científica ni laboralmente en la región. Contrariamente a lo que suele ocurrir, el tiempo no les dio la razón. Las dos chicas de la promoción compartieron la fortuna de compaginar los estudios con su desempeño laboral en Mina La Camocha. Ellos corrieron distinta suerte: Hernández se fue al paro y Cernuda traducía libros de informática pero el último año "me salió redondo", reconoce. Al haber presentado el proyecto nada más terminar los estudios de licenciatura enseguida recibió la primera oferta en una empresa del sector, Seresco, donde permaneció siete años. "Era un trabajo muy creativo", rememora. Cuando se vio estancado profesionalmente decidió dar el salto a la Universidad como docente.
"La profesión evolucionó muchísimo. Hace 20 años éramos unos desconocidos para todos", detalla Cernuda, "la formación que recibimos fue buena pero hoy se hacen cosas excelentes. Tecnológicamente no es ni parecido a los que vivimos", afirma. La factura del estreno de estos estudios en el campus de Gijón, en el curso 1991-92 , llevó aparejado que esa primera promoción iniciara las clases en el mes de noviembre. "Estudiamos sin Internet, fue una transformación muy grande", sostiene Cernuda. Hoy, sin embargo, la informática está en todas partes. Isabel y Agustín coinciden en el perfil multidisciplinar y muy flexible de los informáticos, que les permite trabajar "casi en cualquier sector".
Compañeros de promoción suyos y alumnos trabajan en el sector sanitario, realizando cortos de animación o en el sector de la minería. Es el caso de Isabel. Avilesina, formada primero en la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo, cuando en el instituto informó a sus profesores de su preferencia por la Biología -"me gustaba quizá por esa preocupación de las mujeres hacia las ciencias de la vida", admite- su profesor de Geología le dijo: "Vete por algo con más futuro como la Informática". Y se dejó llevar. "Para mi familia fue un orgullo que siendo chica apostara por una ingeniería", proclama.
En casa de Agustín Cernuda tampoco lo veían claro al principio "pero sabían que era una disciplina con futuro". Estudiando la licenciatura en Gijón conoció a la que hoy es su esposa. También trabaja en el sector de la Informática. Ella comenzó en una cementera, con un programa para pesar camiones y ahora está en otras actividades.
La preocupación de Isabel García es aplicar la Informática en aras de la sostenibilidad. Tras el período de incertidumbre que siguió al cierre de Mina La Camocha, donde comenzó su carrera profesional, comenzó a trabajar en Hunosa. "Lo mío ha sido siempre la minería del carbón", cita. En el último plan de diversificación de la hullera se ha volcado hacia la mejora de procesos medioambientales. "Hoy la informática lo es todo", subraya. Si bien reconocen que la suya es una disciplian díficil, la formación que recibieron en la Universidad, fue y sigue siendo "extraordinaria"
Agustín reconoce que fue posiblemente durante su etapa en la Universidad fue cuando más trabajó. "Iba hasta festivos. Me gustaba dar clase e incluso sigo yendo a los congresos de profesores de Informática pese a que hace dos años que dejé la Universidad", explica. La renovación anual de los contratos le impedía preparar las clases como le hubiera gustado. "Fue un etapa muy incierta y con Bolonia más", dice. Hoy trabaja en el servicio de Informática de la Junta General del Principado. "No he estado en el paro ni un solo día de mi vida", dice agradecido el número uno de la promoción, cumplidos veinticinco años del inicio de la titulación en la Universidad de Oviedo. Con el objeto de conmemorar tan señalada fecha, la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Gijón, en colaboración con los colegios profesionales de Ingeniería Técnica e Ingeniería Informática del Principado organizará diversas actividades el próximo miércoles. La más ilusionante será, sin duda, la inauguración de la primera vitrina del Museo de la Informática.
"Fuimos un experimento pero nos mimaron mucho", reconocen ahora desde la distancia de este cuarto de siglo Agustín e Isabel. El primero recuerda con cariño al actual director de la Escuela de Informática de Oviedo, Benjamín López, que dirigió su proyecto de diplomatura. "Estuvimos hasta las seis de la mañana imprimiendo los tomos ", detalla sobre el compromiso del profesorado, "hacían más de lo que debían, se desvivieron por nosotros". Y cita a otros docentes como Juan Manuel Cueva, Javier Tuya, o Miguel Albizu. "Aprendimos mucho de ellos", coinciden estos pioneros de la Informática.
