El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, advirtió ayer de que realizar quemas cuando el riesgo de incendio está en su nivel más alto (5) no sólo conlleva multas, sino que se considera un delito castigado penalmente. Remarcaba así, en su visita a Illano, que la mayor parte de los fuegos son provocados por el hombre, tal y como indican las estadísticas. Pero en el trasfondo subyace también la polémica por las supuestas quemas que realizan los ganaderos, que aprovechan la eliminación del acotamiento al pastoreo en las zonas quemadas, según se ha denunciado desde diferente ámbitos.

Guillermo Martínez insistió en que "quemar con índice de riesgo 5 tiene responsabilidad penal", y apeló a la "responsabilidad y la colaboración ciudadana, para que se denuncie cualquier indicio de que se puede estar produciendo una quema o se de la voz de alarma a los servicios de emergencia si se detecta cualquier conato de incendio".

La escasez de lluvias en los últimos meses también juega un papel fundamental en la extensión y multiplicación de los incendios forestales. De hecho, las precipitaciones jugaron un papel fundamental el pasado mes de marzo, cuando apaciguó la lucha contra el fuego librada durante cuatro días en los que se registraron 254 incendios forestales. La mayor tragedia medioambiental en aquel episodio se registró en el parque de Somiedo, en una zona forestal situada entre las localidades de Caunedo y Gúa, crítica para la conservación del oso pardo en ese espacio protegido.