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JOSÉ JULIO RODRÍGUEZ | General del Aire, exjefe del Estado Mayor de la Defensa

"La lucha contra el terrorismo debe hacerse con inteligencia, no con golpes a corto plazo"

"Chacón rompió un techo de cristal en Defensa: tuvo que demostrar que era buena ministra y que encima podía hacerlo mejor que los hombres"

José Julio Rodríguez durante el acto del viernes en el teatro Filarmónica de Oviedo. LUISMA MURIAS

El general del Aire José Julio Rodríguez (Orense, 1948), exjefe del Estado Mayor de la Defensa en la época de la ministra Carmen Chacón (2008-2011), dejó a muchos estupefactos cuando entró en Podemos, pero para él no hay nada de raro. "Hasta que no haya la suficiente tolerancia para admitir todo tipo de opiniones, creo que estoy en el camino más adecuado", sentencia. Y es que, como indica respecto a las críticas que aún despiertan los miembros de la Unión Militar Democrática (UMD), a cuyo homenaje en Oviedo acudió, aún hay mucha "carcundia en esta sociedad". Despidió hace poco a Carmen Chacón con un "siempre a tus órdenes, ministra", en el que reflejaba la admiración y respeto para una mujer que "demostró que podía hacerlo mejor que los hombres" y que "rompió moldes". Como los está rompiendo, aunque en sentido negativo, el nuevo presidente de Estados Unidos, cuyas nuevas polìticas hacen que la situación internacional "sea amenazante e incluso peligrosa, aunque al final habrá responsabilidad". No está "por las vías militaristas", contra el terrorismo, como tampoco cree que "haya soluciones quirúrgicas" frente al secesionismo catalán. "Si independentismo crece en una determinada zona de España es porque las cosas se han hecho regular, hace falta política, que es como se resuelven estas cosas", cree.

- ¿Se ha olvidado lo que hicieron los militares de la UMD?

-Estuvo olvidado hasta que llegó el reconocimiento de la ministra Chacón, que creo que fue una ministra valiente, con una declaración institucional e imponiendo las medallas a aquellos catorce militares.

- ¿Sigue habiendo resquemor hacia aquellos militares en el Ejército actual?

-Si existe resquemor es por la caverna, la carcundia que aún existe en esta sociedad. Ellos lucharon por la democracia y cuando llegó la democracia, se disolvieron. Fueron ejemplares, no quisieron hacer más política que la justa. Dentro de las Fuerzas Armadas hubo un grupo que reaccionó y parece que todavía se resisten. Lo que más siento es que la sociedad se olvide. Hacer lo que se ha hecho en Oviedo me parece genial, hablar a la gente joven en los institutos, que me imagino que les habrán recibido como esponjas.

- Se jugaron el tipo.

-Eso sí que fue valentía, porque la alternativa podía ser la muerte. Estamos hablando de una dictadura que podía haberlos condenado a muerte en cualquier tribunal. Tiene mérito lo de ellos, pero también lo de sus familias, que sufrieron un acoso de verdad.

- ¿Sigue el Ejército cerrado en sí mismo?

-Ha habido un cambio. Son unas Fuerzas Armadas que están para servir a los ciudadanos, y no a un régimen determinado, como era la dictadura. Pero estos procesos son complejos, sin solución de continuidad. No empieza una cosa y termina, hay que ir adaptándose a la sociedad. En eso no puede haber parones. No hay que dormirse en los laureles y seguir trabajando. Cuando se terminó con el servicio militar obligatorio, era porque la sociedad lo quería.

- Acabamos de enterrar a Carmen Chacón. ¿Qué supuso ella para el Ejército?

-En primer lugar, rompió un techo de cristal. Fue la primera mujer ministra de Defensa, tuvo que demostrar que era buena ministra y que encima podía hacerlo mejor que los hombres. Está el ejemplo de antes: hubo muchos ministros hombres que no se atrevieron a reconocer a los militares de la UMD, y ella lo hizo, aunque tuviese un coste político. Rompió modelos.

- Usted despertó mucha polémica en el Ejército y fuera de él.

-Yo creo que el ir asociado a Carmen Chacón, que hubiese empatía entre los dos, porque formábamos un equipo, tuvo un efecto favorable en las Fuerzas Armadas. Yo todavía lo dije el otro día: siempre a tus órdenes, ministra. Parecía que ponerse a las órdenes de una mujer era rebajarse.

- Quizá posteriormente, cuando entró en Podemos.

-Ya había dejado el cargo hacía cuatro años. Apareció un movimiento nuevo, pensaron que podía aportar algo de valor añadido y pidieron mi colaboración. Como hombre político que soy, porque para ejercer el voto hay que ser hombre político, elegí esa opción. Que puede ser polémico, no lo discuto, pero hasta que no haya la suficiente tolerancia para que se admitan todo tipo de opiniones, yo creo que estoy en el camino más adecuado. En cualquier otra institución, como los funcionarios de Correos o los bomberos, nadie pone en duda que alguien pueda votar a un partido u otro. No veo que tenga que ser distinto para las Fuerzas Armadas.

- En el plano internacional, hay una situación explosiva.

-Las situaciones no cambian tan rápidamente de un día para otro. Lo que cambian son las personalidades, y algunas personalidades ejercen el poder de manera un tanto amenazante. No ha cambiado tanto la situación de seis meses para acá, lo que ha cambiado es un presidente de Estados Unidos que ha adoptado unas políticas distintas. Eso hace la situación amenazante y puede hacerla peligrosa, pero creo que al final habrá responsabilidad.

- Se ha mostrado crítico con la política antiterrorista.

-Creo que no. Lo único que he dicho, respecto a los medios que hay que utilizar contra el terrorismo, es que hay que ir a la raíz del problema. No se puede luchar con golpes a corto plazo. Hay que coordinar los servicios de inteligencia, cortar las vías de financiación y de adquisición de armamento, aunque sé que es difícil. Las otras vías, las vías militaristas han demostrado que han fracasado. Creo que hay que luchar contra ellos, pero con inteligencia.

- Claro que uno ve el ISIS y se pregunta: ¿quién lo formó?

-El problema de Siria es muy complejo, hay muchos más contenientes de lo que parece. Está el Estado Islámico, están los kurdos, está Israel, está Irán, está Siria... Encima, el Estado Islámico se creó con una financiación para luchar en teoría contra el presidente Assad. Hubo una época que pacería que había que apoyar a Assad para luchar contra el ISIS. Ahora parece que es lo contrario. Falta coherencia, ir a la raíz del problema.

- En el tema del secesionismo en España, usted aboga por más mano izquierda.

-Creo que con política, que está para solucionar estas cosas. No hay soluciones quirúrgicas. Si el independentismo crece en una determinada zona de España es porque las cosas se han hecho regular. Esperar que el paso del tiempo solucione los problemas, no es adecuado. Nosotros, en Podemos, estamos en contra de que Cataluña se vaya de España, pensamos que debe seguir unida a España, pero pensamos que hay que adoptar soluciones políticas.

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