Los camareros y dos de las chicas que supuestamente trabajaban en el Models en 2015 negaron ayer en el juicio que el local fuera un club de alterne, e insistieron en que era una sala de fiestas y que al lado tenía un hotel que funcionaba de manera independiente. La Fiscalía mantuvo la petición de que se cierre el establecimiento durante dos años y se condene al entonces propietario y también al encargado a un año y seis meses de prisión por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, al tener a 32 mujeres sin estar dadas de alta en la Seguridad Social. Las defensas solicitaron la libre absolución porque no se demostró que las chicas estuvieran trabajando.

El entonces propietario del Models, M. A. L. R., declaró que el día de la inspección estaba de viaje, pero añadió que "nunca" tuvo personal trabajando sin dar de alta. El otro acusado, supuesto encargado del club, explicó que era el jefe de sala y que su cometido era coordinar exclusivamente a los camareros y a los proveedores, pero no contratar a personal. También negó tener que ver con el hotel y señaló que las mujeres que estaban en el local aquella noche "eran señoras clientas, como los clientes" masculinos.

Los primeros testigos en declarar fueron los inspectores de Trabajo y los agentes de la Policía Nacional que realizaron la intervención en el Models en enero de 2015. Todos coincidieron en señalar que las mujeres que estaban allí iban vestidas con "ropa muy corta, muy ajustada, con transparencias, algunas enseñando la ropa interior, con tacones y plataformas muy altas", y que su actitud era "provocativa".

También explicaron que, según ellas mismas habían declarado en aquel momento, cuando el cliente pedía una consumición, el camarero la servía y a ellas les daba un ticket. Cuando acababan la jornada, pasaban por recepción y recibían el 50% de cada consumición en la que hubieran participado. Además, si iban al hotel "donde se practicaba la prostitución", también se llevaban una parte de lo que se cobraba por los servicios prestados. Algunas de ellas vivían en el mismo hotel a cambio de 50 euros diarios en pensión completa. Para las otras había taquillas para que se cambiaran de ropa.

Pero dos de aquellas chicas negaron ayer haber realizado aquellas declaraciones. Ambas coincidieron en que habían ido "con amigos a la sala de fiestas". También negaron que vivieran en el propio club. Una de ellas dijo que se había quedado con una amiga a dormir porque habían bebido, a lo que la fiscal le respondió: "¿Tres años se quedó a dormir?", en referencia al tiempo que le constaba que había permanecido ocupando una habitación.

Una de las testigos señaló que "las preguntas estaban hechas para contestar lo que ellos -los inspectores- querían". Y también que ella iba vestida "elegante, con vestido y sandalias". La otra afirmó rotunda que no trabajaba allí, que era la primera vez que estaba y que había ido con dos amigos a los que había invitado ella y no al revés. Los camareros insistieron en que el Models era una sala de fiestas, que "no había chicas de alterne" y que era un negocio independiente al hotel. Todos indicaron que "las mujeres vestían normales, con ropa de noche". Las defensas de los acusados solicitaron la libre absolución al no haber pruebas documentales ni testificales suficientes para no aplicar el principio "in dubio pro reo".