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"No es la solución para la Universidad, pero queremos colaborar", dicen los jubilados

Los profesores retirados sólo podrán volver a las aulas durante un año y sin cobrar

"Queremos colaborar y participar en iniciativas", plantean los docentes jubilados de la Universidad de Oviedo, tras el anuncio del Rector de contar con profesores ya retirados para aprovechar su experiencia en los grupos de investigación. No obstante, el colectivo de prejubilados sostiene que esta iniciativa "no resuelve el problema real de la Universidad" acerca de la falta de profesorado.

Un destacado catedrático de la Facultad de Química, ya retirado, quien dice tomar parte activa en seminarios, reconoce que los jóvenes se encuentran ya mucho más avanzados que su generación. No obstante, se muestra favorable a aprovechar los conocimientos de las generaciones con una experiencia más dilatada, estén o no en edad de jubilación. Pero no es la solución, aprecia. "En general cunde el desánimo en la plantilla, la gente está cansada y no existen incentivos", prosigue este destacado académico sobre la situación actual del profesorado. El "tapón" generado durante varios años en las tasas de reposición en el empleo público llego a impedir, incluso, que se cubriesen las bajas por jubilación. El ritmo actual es de 40 a 50 profesores que se retiran a cada año al alcanzar la edad máxima en activo.

Para paliar las necesidades de profesorado y ahora que existe una figura de "colaborador de honor", los jubilados se ofrecen a participar en aquellas iniciativas donde la Universidad precise de su participación. No se les permitirá, no obstante, ocupar un despacho ni podrán formar parte del consejo de departamento correspondiente. Así, el nuevo reglamento de eméritos de la Universidad asturiana recoge la posibilidad de que los profesores ya retirados puedan realizar colaboraciones con carácter honorífico, durante un año, prorrogable por un segundo ejercicio, en los que podrán participar en actividades docentes e investigadoras sin remuneración alguna.

La otra figura existente de colaboración entre los ya jubilados es la de emérito honorífico. Para proceder a su nombramiento es necesario se catedrático de Universidad, tener una actividad de liderazgo académico relevante en su área de conocimiento y disponer de un currículo de proyección nacional e internacional relevante y contrastada, con un elevado número de quinquenios de docencia y el número máximo de sexenios de investigación. La duración del nombramiento será, en este caso, por dos años y, a diferencia del colaborador honorífico, sí tienen derecho a despacho.

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