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"Sobreprotegemos a los niños y se rebelan; están carentes de cariño", aseguran los psicólogos

El aumento de los adolescentes que agreden a sus progenitores se relaciona con la sobreprotección, que acaba haciéndoles sentir inútiles

"Sobreprotegemos a los niños y se rebelan; están carentes de cariño", aseguran los psicólogos

"Son chavales con mucho malestar emocional y con modelos educativos que les acaban generando frustración, sufrimiento y que provoca que en la adolescencia afloren conductas impulsivas y violentas. Los 'padres helicóptero' sobreprotegen a los niños, no les dejan tener decepciones ni fracasos, y cuando crecen se sienten inútiles y reaccionan".

Luis Miguel Dos Santos Calvo es el coordinador de psicólogos del programa de mediación extrajudicial del Centro Trama, en el que atienden a menores con problemas de relación familiar y social. Confirma lo adelantado por el fiscal de menores, Jorge Fernández Caldevilla, de que en los últimos años han aumentado los casos de menores que maltratan a sus padres. Pero también advierte de que "siendo un asunto importante, no se debe generar alarma social".

Dos Santos, en calidad de portavoz de los psicólogos de Trama, explicó que los casos de violencia filiopaternal tienen sus raíces en la crianza. "No hay un perfil único y claro" de jóvenes que agreden a sus padres. Como tampoco se puede relacionar con una determinada clase social o con una forma única de violencia, que puede ser física, verbal y/o psicológica. Incluso todas a la vez.

Un caso cada vez más habitual es el del joven que se ha criado en un ambiente de sobreprotección. "Están lo que se conoce como 'padres helicóptero' que llegan a resolver rápidamente los conflictos de sus hijos. No dejan que se desarrollen de manera natural afrontando las circunstancias de cada momento. No permiten tengan decepciones, no toleran que tengan fracasos. Y cuando el menor llega a la adolescencia, se frustra porque no tienen competencias, aptitudes para afrontar los problemas y la vida. Entonces se sienten inútiles y culpan de ello a quien generó ese sentimiento de poca valía", explicó Dos Santos.

La violencia filioparental es una escalada y los casos que llegan a la Fiscalía de Menores son los más graves, aquellos en los que la situación es insostenible. Detrás hay historias de lo más variopinto. Los psicólogos las tienen identificadas con los modelos de familia.

Están aquellos jóvenes que han sido adoptados de niños y que previamente han sufrido una "crianza muy traumática" que la nueva familia no ha sabido afrontar porque "básicamente no se les ha enseñado". Los problemas se agravan en la adolescencia". También están los chicos que han sufrido procesos migratorios, con años separados de sus padres y que, con la reagrupación, acaban exteriorizando su rabia y la falta del vínculo afectivo.

Otro perfil es el del joven cuyos padres se separaron cuando era niño y lo utilizaron como arma arrojadiza de uno contra otro. Y también quien ha sufrido una enfermedad crónica en su entorno que le ha limitado y de la que toda la familia ha salido dañada.

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