Todo el mundo sabe que beber sidra es algo más que simplemente consumir el producto. El caldo asturiano por excelencia se consume con amigos, familiares o conocidos para charlar o incluso, ya de cara a los meses que vienen, pasar un buen momento. Aquí te proponemos cinco sitios en los que es obligatorio escanciar un culín al menos una vez en la vida.

La cuesta del cholo de Gijón

El barrio de Cimadevilla, en general, es una buena zona para disfrutar de la sidra. En casi todas sus calles se puede encontrar una sidrería pero mucha gente elige la cuesta del cholo por su situación: al pie del mar, con poco tráfico y en un entorno soleado. Ideal para disfrutar con amigos.

Gascona en Oviedo

Si Gijón tiene su cuesta, Oviedo tiene su calle. Gascona es una parada obligatoria para los amantes de la sidra de Oviedo. Aquí hay una sidrería casi casi cada paso. El visitante tiene, desde luego, donde elegir.

Requejo en Mieres

En este particular ranking no podían faltar las cuencas. En Mieres la plaza Requejo es el sitio más conocido para beber sidra. Quizá por la concentración de locales o por los parroquianos de los de "toda la vida" que se dan cita en esta conocida plaza.

Sabugo en Avilés

En el concejo de Avilés hay debate acerca de dónde se deben beber sidras. Hay quienes apuestan por la zona de Sabugo mientras que otros se decantan por la localidad de Illas. Para gustos...

Les Campes en Pola de Siero

La cuarta ciudad del Principado también tiene mucho que decir en lo que a sidra se refiere. Sólo hace falta darse una vuelta por Les Campes para comprobarlo.

Y como extra...

Si de verdad se quiere disfrutar la sidra hay que visitar, eso siempre, las capitales manzaneras del Principado: Nava y Villaviciosa. Cada una tiene su propio festival. Y ambos merecen la pena.